Mariano Bereznicki / La Capital
Aunque nadie lo haya admitido, Carlos Timoteo Griguol se convirtió en el epicentro de la discordia que envuelve por estas horas de cuerpo entero al partido Gimnasia-Central. El capítulo de la nueva novela que parecen volver a rodar en plena competencia canallas y triperos vuelve a estar en boca del pueblo futbolero. Es que en estos días se viene hablando de la negativa de los auriazules para adelantar el partido que deben disputar el domingo, por la tercera fecha del torneo Clausura, ante el Lobo en campo platense, ya que los dirigidos por Carlos Ramacciotti deben jugar dos días después ante Olimpia de Paraguay por la Copa Libertadores. Pero, ¿qué tiene que ver en todo esto el actual coordinador de las divisiones inferiores rosarinas? Es que según manifestó el presidente de Gimnasia, Héctor Domínguez, el responsable de que no se hayan atendido hace tres años atrás similares súplicas de los rosarinos en dos oportunidades fue por propia determinación del Viejo, entonces técnico de los albiblancos. ¿Qué dice Timoteo hoy? Como buen zorro dijo que prefiere no entrar en el campo de las polémicas. O por lo menos ese fue el argumento que utilizó ayer cuando Ovacion intentó preguntarle sobre este tema. Mientras se dirigía con Aldo Poy, su hombre de confianza, hacia una de las canchas de la renovada ciudad deportiva para supervisar el trabajo de las inferiores, Griguol aceptó en un primer momento un mano a mano con Ovacion. Pero cuando analizó de qué se trataba la propuesta, Timoteo de inmediato desechó a micrófono abierto el diálogo. "Ya no tengo más nada que ver con el fútbol profesional. Esa etapa ya quedó en el pasado. Ahora prefiero hablar solamente de los chicos", comenzó argumentando Timoteo. A su lado, el ídolo canalla Aldo Pedro Poy minutos después salió a respaldar al experimentado técnico y flamante coordinador de la cantera auriazul, lo cierto es que más allá del trato y la amabilidad, optaron por no entrar en el terreno barroso del pasado, que paradójicamente condena a Griguol porque él era en definitiva el técnico de Gimnasia y quien se negó a adelantar los partidos ante Central, que en esos momentos estaba interviniendo en la Libertadores. Central tenía que jugar como local el martes 14 de marzo del 2000, por la Copa Libertadores, ante Atlético Colegiales de Paraguay, y dos días antes frente a Gimnasia por el campeonato doméstico. Pero los dirigentes platenses no aceptaron adelantar ese cotejo y por ende se jugó el domingo, ocasión en que los canallas ganaron por 4 a 2. Pero la historia prosiguió en el 2001. El 22 de mayo los auriazules debían enfrentar a América de Cali por el torneo sudamericano, motivo por cual los máximos referentes políticos de Arroyito sugirieron si el encuentro que debían sostener ante el Lobo en el bosque podría llevarse a cabo en vez del domingo 20, el viernes 19 o sábado 18. La respuesta volvió a ser un "no" rotundo. Finalmente el partido se jugó como estaba programado y los canallas se volvieron con la victoria merced a un gol de Fernando Pierucci. Volviendo al tema, el domingo Timoteo, aunque no lo admita, tendrá su corazón partido en dos. Porque se miden sus dos amores: Gimnasia y Central. ¿Qué colores le tirarán más? Esa incógnita es tan grande como su postura de no hablar ayer con Ovacion acerca de lo que sucedió hace tres años cuando comandaba a los triperos y tal vez por culpa de la viveza criolla no quiso adelantar los partidos ante los auriazules.
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