Presuntos traficantes de drogas sembraron ayer el terror en Río de Janeiro por segundo día consecutivo, cuando hombres armados quemaron cuatro autobuses y ametrallaron comercios, en una ola de violencia desatada una semana antes del famoso carnaval de la ciudad.
El secretario de Seguridad Pública de la ciudad, Josias Quintal, dijo que la orden para las acciones criminales partió desde la prisión de máxima seguridad de Bangú, donde está detenido Luiz Fernando da Costa, conocido como Fernandinho Beira-Mar. "Gran parte de las acciones del crimen organizado vienen desde los presidios. No tengo dudas de que eso ocurrió otra vez", afirmó Quintal, agregando que la acción del Comando Vermelho -liderada por el detenido narcotraficante- constituyó una reacción a la política de seguridad pública del gobierno estatal. Ayer a la madrugada, cuando Río se recuperaba de atentados y saqueos de anteayer, presuntos narcotraficantes desafiaron a los 16 mil policías que patrullaron la ciudad.
Saquean sede antidrogas peruana
Campesinos cocaleros de Perú saquearon ayer un local estatal antidrogas y se enfrentaron con la policía en una región selvática, con un saldo de seis heridos, en el marco de una protesta contra la erradicación de sus cultivos. La policía dijo que los campesinos quemaron documentos, muebles y computadoras de la agencia antidrogas DeVida de la población Aguaytía, en el departamento de Pucallpa, a 1.000 kilómetros al noreste de Lima.
Ocho de las 16 cuencas cocaleras de Perú, segundo productor de hojas de coca del mundo detrás de Colombia, mantienen una huelga indefinida desde hace una semana contra la erradicación forzosa de ese cultivo, la poca ayuda oficial y privada que reciben, además exigen entablar diálogos con el presidente Alejandro Toledo.
La Ciudad
