cartas

Vale la pena

A pesar de tantas "pálidas", hay muchos hechos y actos loables para rescatar porque es necesario que sepamos que entre nosotros hay gente anónima con gran corazón. Me llenó de satisfacción saber que la generosidad de un grupo de vecinos, con su pequeño o gran aporte de ideas y dinero impidió que Miguel Yasogna perdiera su única vivienda en un remate. Confieso que alguna vez, dejándome llevar por el desaliento, pensé que nuestro pueblo no reacciona, no participa, no se involucra, es individualista, patológicamente pasivo. Sin embargo debo admitir que en eso me equivoqué. ¡Esta es la Argentina que sueño!, la de la solidaridad, la que presta atención al problema o el dolor de los demás, la que pone esfuerzo por los otros, la que lucha y arriesga por una causa noble, la que da la cara por un hermano desvalido, la que busca soluciones, la que se empeña en ser mejores, la que se arriesga poniéndole límites a esa lacra social de los inescrupulosos usureros que especulan y lucran con la pobreza, el dolor. Vecinos de Yasogna: me siento orgullosa de ustedes, gracias por regalarnos esta cuota de esperanza y deseo fervientemente que un gesto como éste alcance un "alto porcentaje de interés". Juntos, podremos salir adelante.
Catalina Paz