Año CXXXVI
 Nº 49.764
Rosario,
martes  25 de
febrero de 2003
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El sindicato exige la reincorporación de tres trabajadores cesanteados
Los paros municipales vuelven a ser parte del paisaje bermudense
Luego de seis meses de tregua, la Intendencia de Fabián Varela debe enfrentar un nuevo conflicto

Marcelo Abram

Capitán Bermúdez. - En la mañana de ayer las postales del pasado reciente de esta ciudad volvieron a hacerse realidad con un nuevo paro convocado por el Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitram). Luego de alrededor de seis meses de trabajar a puertas abiertas la Municipalidad volvió a estar cercada por un vallado y custodiada por una fuerte presencia policial, en el marco de un paro de tres horas iniciado a las 8 que amenaza con ampliarse, en reclamo de la reincorporación de tres empleados cesanteados por el intendente radical Fabián Varela.
En realidad este nuevo conflicto en el castigado municipio bermudense tiene su origen en un episodio ocurrido durante la extensa crisis anterior que no se extinguió ni siquiera con la renuncia del intendente electo en 1999, Gerardo Carlucci, y que observó una suerte de tregua tras la victoria electoral de Varela, el año pasado.
Hace cerca de un año, en uno de los tantos momentos de violencia que marcaron aquella crisis fue agredido un asesor letrado del municipio en la puerta de la sede comunal. Por ello fueron sumariados cinco agentes municipales y tanto el dictamen del sumariante como la junta disciplinaria (en votación dividida) recomendaron la cesantía de tres empleados.
Inútiles fueron los intentos de reflotar aquella comisión integrada por legisladores, funcionarios provinciales y las partes involucradas para frenar el paro. En una reunión el jueves pasado Varela demostró su intransigencia al retirarse manifestando que no volvería atrás con los despidos.
En sus intentos por evitar el conflicto, algunos legisladores lograron apenas que el paro no comenzara el viernes último. Tampoco tuvieron eco las recomendaciones de algunos referentes históricos del peronismo bermudense que rechazan los paros como metodología de lucha. "El oficialismo se siente más cómodo con el conflicto, ya que así no se ve obligado a gobernar y, al fin de cuentas, no paga ningún costo por su ineficacia", dijo un viejo dirigente que pidió reserva de su identidad.
Lo concreto es que la medida comenzó ayer y si bien se extendió por tres horas, la actividad en la Municipalidad fue casi nula, ya que el vallado espanta a los vecinos que deberían acercarse para hacer algún trámite. Para hoy se prevé que dure cuatro horas y no se descarta que uno de estos días sea total. Asimismo, la presencia de la conducción de la CGT San Lorenzo abre la posibilidad del alcance regional.
"Intentamos por todos los medios destrabar la situación a través del diálogo, pero lo único que encontramos es la intransigencia del gobierno municipal. Por eso para esta semana pensamos tomar medidas de fuerza en toda la región ya que esta central obrera no va a permitir ningún despido más en el cordón", dijo el aceitero Pablo Reguera, titular de la CGT, quien solicitó que la Secretaría de Trabajo de la provincia dicte la conciliación obligatoria.
Respecto de la jornada de ayer, el titular del Sitram bermudense, Jesús Monzón, señaló que "fue un día tranquilo" y destacó: "El paro tuvo un alto índice de acatamiento, incluso gente que antes no quería parar hoy lo hizo porque nadie quiere aparecer pegado a los despidos". Por su parte, el intendente y sus funcionarios prefirieron guardar silencio.



Los trabajadores volvieron a cercar la Municipalidad. (Foto: Marcelo Bustamante)
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