El Tribunal Oral Federal Nº 1 de Rosario condenó ayer a 6 años y 6 meses de prisión a dos hombres que planeaban llevar más de dos kilos y medio de cocaína a España y fueron detenidos cuando uno de ellos estaba a punto de abordar un avión en el aeropuerto de Fisherton. Los jueces aplicaron la misma pena al sujeto que tenía la droga oculta entre sus ropas y al cómplice que lo acompañó desde la ciudad de Buenos Aires y lo dejó en la aeroestación local. La sentencia de los jueces Santiago Harte, Laura Cosidoy y Otmar Paulucci alcanza a Ernesto José Maiorana y Antonio Ortiz, de 59 y 57 años. Según lo dispuso el mismo tribunal, la pena vencerá el 19 de mayo de 2007. Maiorana fue arrestado en la sala de preembarque del aeropuerto cuando se disponía a tomar el vuelo 8643 de Varig con escala en San Pablo y destino final en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Ortiz, en tanto, fue detenido minutos después en la playa de estacionamiento de Fisherton cuando se disponía a regresar a la ciudad de Buenos Aires, de donde son oriundos los dos narcos. El procedimiento estuvo a cargo de la Policía Aeronáutica Nacional (PAN) y una investigación posterior reveló que no era la primera vez que Maiorana y Ortiz viajaban a Rosario, se alojaban juntos en el mismo hotel y el primero de ellos viajaba a España. Las pesquisas permitieron detectar también a un tercer sujeto, identificado como Carlos Outeda u Outera, presuntamente vinculado a ambos en el tráfico de estupefacientes. Outeda u Outera tenía que declarar como testigo en el juicio oral que empezó el jueves y terminó ayer, pero no pudieron localizarlo. Maiorana fue sorprendido por efectivos de las PAN durante un cacheo selectivo cuando se disponía a subirse a un avión de Varig. En su poder se hallaron 8 bultos disimulados entre sus ropas y zapatos donde estaba oculta la droga. Una empleada de Varig contó entonces a los detectives que Maiorana se había presentado con otra persona y la describió. Este dato permitió la detención posterior de Ortiz, en cuyo poder se halló un maletín con las cintas que se emplearon para armar los paquetes y adherirlos al cuerpo del traficante. A partir de las detenciones se pudo reconstruir las actividades previas de los dos sujetos. Ambos habían viajado el 18 de mayo de 2001 desde Buenos Aires a Rosario, se alojaron en el Hotel City de San Juan al 900 y al día siguiente Maiorana se presentó en el mostrador de Varig para abordar el vuelo con escala final en Barajas. Para el fiscal Warr, son pruebas inequívocas de que si bien Ortiz no tenía la droga en su poder, formaba parte de la operación de contrabando. La participación de Ortiz fue lo que más se discutió en el juicio. Es que las pruebas contra Maiorana eran abrumadoras y su situación parecía clara. Su cómplice, en cambio, intentó hasta último momento obtener la absolución o en su defecto una condena por encubrimiento. Warr dijo ayer que sin la participación de Ortiz la operación no hubiese estado en marcha y finalmente el tribunal le dio la razón al aplicarle una condena idéntica a la de Maiorana. Igual quedó peor parado que su socio ya que fue declarado reincidente porque registra condenas anteriores y por lo tanto deberá cumplir toda la pena. Maiorana no tenía ningún antecedente.
| Maiorana (izq) y Ortiz (centro) en los tribunales federales. | | Ampliar Foto | | |
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