María Laura Cicerchia / La Capital
Una de las jóvenes que violó lo reconoció en la calle y lo entregó a la policía, pero escapó de la comisaría y debieron procesarlo cuando estaba prófugo. Quedó nuevamente bajo la lupa policial al resultar herido de bala y entonces intentó salvarse de la cárcel dando una identidad falsa. Pero guardaba en su casa recortes de este diario con su foto y su verdadero nombre que lo delataron y así volvió a prisión. Finalmente llegó la condena: un juez le impuso 12 años de encierro por dos gravísimas violaciones ocurridas en enero de 2000 en la zona oeste que, según la sentencia, lo tuvieron como cabecilla, instigador y principal responsable. Se trata de Juan Carlos Galloso, un chaqueño de 25 años señalado como líder de los ataques a dos menores de 21 años ocurridos con dos días de diferencia e idéntica ferocidad. Los casos son muy similares: dos parejas de novios fueron sorprendidas por hombres armados que encerraron a los muchachos en el baúl de sus autos, sometieron con brutalidad a las chicas y les robaron. Pese a la gravedad de los ataques, Galloso y un cómplice que ya fue condenado quedaron en manos de la Justicia gracias al esfuerzo de una las víctimas, una chica de 19 años que inició una investigación por su cuenta ante la inacción policial. La joven volvió al lugar donde la habían golpeado y violado, habló con los vecinos, describió los rostros de sus atacantes y finalmente se cruzó con Galloso en la calle. Volvió en un patrullero y lo señaló ante los policías. Luego hizo lo mismo hasta dar con Fernando Plácido Martínez, de 36 años, que hoy cumple una condena a 10 años de cárcel. La joven fue violada el 14 de enero de 2000 en el barrio Cabín 9 cuando el auto en que viajaba con su novio sufrió una avería en Las Talas al 200. En ese momento se acercaron tres hombres armados con una escopeta y encerraron a su novio en el baúl. La chica fue penetrada anal y vaginalmente y obligada a practicarles sexo oral a los violadores, que le robaron los zapatos y un llavero. Cuando la chica reconoció a Galloso lo describió como quien dirigía la situación: "Tenía tonada al hablar y era el cabecilla", dijo. En su casa secuestraron la ropa y la bicicleta que llevaba entonces. En la vivienda de Martínez, detenido días después, hallaron el llavero. El tercer partícipe permanece prófugo. La chica abusada reprodujo un diálogo entre ambos que resultó clave para demostrar que ambos habían participado de las dos violaciones. "Esta no es ninguna maricona como la otra, esta se la aguanta", le dijo Galloso a su amigo y vecino Martínez, quien respondió: "¿Viste qué suerte? Agarramos a dos en una semana y no fue difícil". El hecho al que hacían referencia había ocurrido el 12 de enero de 2000, cuando abordaron a una pareja que estacionó frente a una plaza de Mendoza al 7800 y la obligaron a conducir hasta un camino de tierra de Funes. Allí habían sometido a la chica del mismo modo que harían con su siguiente víctima. También le robaron las sandalias, una cadena y un reloj. Galloso fue condenado a 12 años de prisión por el juez Julio García, del juzgado de Sentencia Nº 6, quien evaluó que el Chaqueño llevaba la voz de mando y demostró mayor ferocidad en el ataque. La condena -que aún no está firme- fue por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de armas, privación ilegal de la libertad agravada y robo calificado.
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