El presidente Eduardo Duhalde reveló ayer que, tras los ataques terroristas contra la embajada de Israel y la Amia, en 1996, fue "abortado" un tercer atentado cuyos datos ya "van a salir a la luz porque están en sede judicial". Sorpresivamente, el mandatario sacó a relucir este dato, con la intención de argumentar la posición de su gobierno de no participar en la inminente guerra contra Irak, pero se mostró remiso a brindar detalles de este "atentado abortado en el 96", durante la gestión de Carlos Menem.
Como era de esperar, la revelación causó revuelo en la comunidad judía. Desde la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), el vocero Alfredo Newburger dijo que "nosotros desconocemos a qué se refiere concretamente el presidente".
Yla abogada Marta Nercellas -que representa a la Daia en las investigaciones por los atentados antijudíos que realizan la Corte Suprema de Justicia y el juez federal Juan Galeano- explicó que "hubo alarmas serias, con datos concretos sobre la posibilidad de un atentado, pero no tengo información sobre ningún atentado frustrado en el año 96".
Se presume que el hecho referido por Duhalde podría figurar en un informe sobre los ataques terroristas registrados en Argentina, que la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) presentó en forma reciente al juez Galeano, instructor de la causa por el atentado a la Amia.
Pero el informe de la Side -cuya participación en la pesquisa por la masacre en la mutual está bajo la lupa de un tribunal oral y del propio Galeano- se encuentra bajo secreto y ni siquiera los abogados de las víctimas conocen su contenido.
Ayer Duhalde, cuando fue consultado respecto de si durante su gestión la Argentina participaría en la guerra, en relación con el conflicto entre Estados Unidos e Irak, respondió tres veces "no".
"Hemos pasado momentos muy difíciles. La guerra del Golfo del 91 no no sé si no tuvo como consecuencia el atentado a la embajada israelí en el 92, el atentado a la Amia en el 94 y un atentado abortado en el 96", argumentó el presidente en declaraciones a radio Del Plata.
De esa manera, Duhalde deslizó una posible vinculación durante la gestión de Menem, entre el envío de naves al Golfo Pérsico en apoyo a la ofensiva estadounidense contra Irak, en 1991, y los ataques terroristas perpetrados contra la embajada de Israel en 1992 y la Amia en 1994.
Cuando se le pidieron detalles acerca del atentado que -reiteró- fue abortado en 1996, el presidente admitió que "son datos que posiblemente se conozcan en algún momento pero que no han trascendido a la opinión pública".
"Pero sí, ya está en sede judicial. No tiene demasiada importancia porque son cosas que ya han pasado, pero ya van a salir a la luz porque están en sede judicial", reiteró el jefe de Estado.
Sin embargo, no precisó si el ataque frustrado tenía como blanco una institución israelita o algún otro objetivo.
"Por supuesto yo tengo el informe que me ha pasado los servicios de inteligencia de Argentina, nosotros lo hemos llevados a la Justicia pero precisiones no puedo hacer porque no las recuerdo", se intentó justificar cuando se le pidieron precisiones.
El ataque a la embajada de Israel fue perpetrado el 17 de marzo del 92 y provocó la muerte de 22 personas. Dos años después, el 18 de julio de 1994, una bomba derribó la Amia y sepultó bajo escombros a 85 víctimas.
"No se puede volver al pasado"
Por otra parte y en el mismo reportaje que le concedió a la radio porteña, Duhalde sostuvo que "no se puede volver al pasado" y que no cree que Menem pueda ganar los comicios presidenciales del 27 de abril.
"Pobre patria si para construir el futuro pensamos en el pasado", afirmó Duhalde al ser consultado sobre un eventual triunfo del riojano.
El mandatario dijo que no cree "en esa vueltas de la historia" en referencia a que Menem pueda volver a gobernar y comentó que "ni sabía que iba a estar en Lomas de Zamora", al enterarse por la prensa del acto que hizo anoche el ex presidente en esa localidad bonaerense.
Además, Duhalde prefirió ser cauto sobre las posibilidades de los candidatos al señalar que "un hombre que ha sido presidente no está primero en las encuestas y todos están con un bajo índice de aceptación".