Todavía feliz por la gran victoria de ayer ante David Nalbandian que lo depositó en las semifinales de la Copa AT&T, Guillermo Coria, ya sin las lágrimas que invadieron sus ojos en el final del cotejo, señaló que "este es el momento más feliz de mi vida tenística". "Me emocioné muchísimo cuando vi a mi hermanito llorando en las tribunas. Mucha gente me bancó el año pasado cuando veía este torneo por televisión por la suspensión por doping. Hoy por suerte, voy por el torneo. Quiero ganarlo", disparó Coria. Sobre el partido dijo: "Estuvo para cualquiera porque la diferencia fueron dos pelotas", Coria señaló que la clave "fue haber comenzado ganando el tie break. Más allá que él después me iguala. Para mí resultó fundamental". Contó que, en el set final, desde el 3-0 al 3-5 "sólo cometí errores y me hubiese ido recaliente de la cancha si perdía 6-3". Enseguida aceptó que en la definición del partido "tuve suerte, más allá de que no me puse loco". Además, Coria, prácticamente se autoexcluyó de la serie de Copa Davis ante Rusia, del 4 al 6 de abril en River Plate, al señalar que "ahora mi cabeza está en otra cosa". "Creo que hoy el equipo está muy sólido y estimo que en la cabeza de (Gustavo) Luza -el capitán- no debe estar cambiar la formación. El 5 a 0 contra Alemania demuestra que el equipo está compacto. Además, los cuatro que hoy están jugando conocen muy bien a los rusos y eso es una ventaja", aclaró, más allá de que reiteró que en será "muy lindo" ser convocado. Volviendo a su partido con Nalbandian, Coria aclaró que para él este "fue un partido duro como cuando le gané a (José) Acasuso y a (Mariano) Zabaleta, no es un clásico. Eso lo usa la prensa". Por último, Coria agradeció a su actual cuerpo técnico integrado por Alberto Mancini y el profesor Jorge Trevisan, y al anterior, del que se desvinculó abruptamente a finales del 2002, el de Franco Davín y Alberto Osete. "Espero que ellos también se hayan puesto contentos con esta victoria", confesó.
| |