Robbie Williams, Eminem, el grupo Coldplay y Ms Dynamite fueron los grandes ganadores de este año de los Brit Awards, los codiciados premios británicos de la música pop que se entregaron en Londres. La ceremonia, que en otras ediciones se caracterizó por los escándalos, esta vez fue relativamente tranquila, y estuvo marcada por los pedidos de paz de las estrellas ante la amenaza de un ataque militar contra Irak. Robbie Williams fue elegido el mejor solista británico. Dado que el cantante sólo estaba nominado en una categoría, no había concurrido a la ceremonia, y tan sólo agradeció la distinción a través de una conexión de video. Williams, recién separado de su novia Rachel Hunter, aprovechó la ocasión para decir: "Acuariano de 29 años, algo regordete, fumador apasionado, busca chicos o chicas para noches graciosas". Ms Dynamite, de 21 años, recibió dos galardones: uno por mejor solista femenina británica y otro por mejor "Urban Act" británico. La banda Coldplay también fue distinguida con dos premios: uno al mejor álbum británico (por "Rush of Blood to the Head") y otro al mejor grupo británico. En la categoría de artista británico revelación salió triunfante Will Young mientras que el veterano Tom Jones recibió un premio a su trayectoria. Una vez más, Eminem generó una cuota de escándalo al mostrarle al público su dedo mayor bien extendido. El rapero estadounidense recibió dos premios, uno al mejor solista masculino internacional y otro al mejor álbum internacional (por "The Eminem Show"). Dijo que no lo merecía y que tampoco sabía cómo llegó a esto. Los Red Hot Chili Peppers se llevaron un galardón en el rubro mejor grupo internacional. La mejor solista femenina internacional resultó ser Pink, y la neoyorquina Norah Jones, de 23 años, se alzó con el galardón a la artista revelación internacional. La ceremonia estuvo marcada por el tema de la guerra y la paz. El diario Daily Mirror destacó en su portada la "bofetada" de los astros del pop contra el primer ministro británico, Tony Blair, aliado de Estados Unidos en su política con respecto a Irak. Chris Martin, el líder de Coldplay, dijo al recibir los galardones: "Los premios en realidad son una tontería. Todos moriremos si George Bush impone su voluntad". La entrega fue pacífica en comparación a otros años, en los que se vio, por ejemplo, cómo Robbie Williams y Liam Gallagher, de Oasis, se enfrentaban a golpes sobre el escenario. Quizá la armonía se deba atribuir a la prohibición de consumir alcohol.
| Kylie Minogue y Timberlake en la entrega de premios. | | Ampliar Foto | | |
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