Ahora que se levantó la suspensión de los remates y que el gobierno estableció la posibilidad de la mediación voluntaria, tanto desde el Concejo Municipal como desde la Asociación en Defensa de la Vivienda Unica (Adeviu) reclaman que la conciliación en el caso de las subastas sea obligatoria. "Es que si no esa instancia no tendrá sentido y será un fracaso", aseguró ayer el titular de Adeviu, Marcelo Bonini. Y más aún, en el Palacio Vasallo ya se presentó una declaración por la cual también se le solicita a la Legislatura santafesina que establezca por ley un período de conciliación entre deudores y acreedores.
Para Adeviu, luego de la suspensión de los remates que estableció el gobierno nacional, la cantidad de viviendas que estarían en condiciones de ser subastadas habrían pasado de 5,3 por día en el 2000 a 8 diarias este año. Por eso, Bonini aseguró que "en tanto la conciliación no sea obligatoria, no va a funcionar".
En tanto, el concejal Agustín Rossi presentó ayer un proyecto en el que le pide a la Legislatura provincial "una ley modificatoria del Código de Procesamiento Civil y Comercial, que establezca un período de conciliación entre acreedores y deudores hipotecarios de vivienda única, familiar y permanente, a cargo del juez del trámite haciendo suspensivo de los plazos de la ejecución judicial".
Por ahora la mediación es voluntaria y quienes quieran sumarse a este mecanismo deben ir al cuarto piso del edificio de Rioja y Sarmiento, donde funciona la Unidad de Emergencias Legales del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Allí, deberán llenar un formulario de inscripción del caso. Luego, si se aprueba se nombra un mediador del Colegio de Abogados que acercará a las partes. Es más, el Estado nacional se hará cargo de los honorarios de los mediadores.
El día después
Para los Yasogna, el día después del remate de su casa de Olivé 1426 fue de festejos. "Hoy es como haber salido del pozo y poder volver a disfrutar de todo: de mi hogar, de mi mujer y de mis nietos", contó Miguel Angel, el hombre de 75 años que gracias a sus vecinos anteayer logró salvar el inmueble.
Pero todos los agradecimientos fueron para los vecinos y Adeviu, que haciendo una vaquita lograron comprar la casa. "No hay palabras para agradecer porque lo que hicieron es impagable", aseguró Miguel Angel.
Las horas que le siguieron al remate fueron de celebraciones. Los vecinos entran y salen de la casa de Miguel Angel y Margarita para celebrar junto a ellos. Y razones no le faltaban: Margarita nació en ese lugar, allí se casó, veló a sus padres, tuvo a sus hijos y ahora podrá disfrutar de sus nietos.
Y para Adeviu también fue un día de festejos. "Fue un éxito total y hay que destacar la solidaridad de la gente que hace que se puedan lograr estos resultados maravillosos", aseguró Bonini.