Diego Veiga / La Capital
Los vecinos del complejo Fonavi ubicado en Casiano Casas al 2200 están preocupados. Es que justo frente a sus narices, y en un amplio terreno que alguna vez fue una cancha de fútbol, más de una docena de familias comenzó a levantar un asentamiento irregular al que no pocos miran con recelo: una mezcla de temor y angustia. "Vivir acá era muy tranquilo, pero desde que llegaron algunas familias y levantaron casillas, de noche se escuchan tiros y de día hay corridas", confesó una mujer que está convencida de que la raíz de sus males radica en la pequeña villa que crece a una velocidad vertiginosa a metros de su casa. Todo comenzó hace dos meses. En el amplio terreno que se extiende detrás de la antigua Cristalería de Cuyo y a un lado de la calle Casiano Casas, alguien abrió un portón, cortó un alambrado e instaló una casilla. No pasó mucho tiempo para que llegaran otros. Pero el verdadero aluvión se produjo la semana pasada. "De golpe armaron casi diez ranchos. Esto crece a una velocidad increíble y no creo que se detenga", admitió con resignación un vecino que pidió reserva de su nombre. Hoy ya son cerca de catorce las casillas que se levantan en el predio que alguna vez fue una cancha de fútbol. Allí, los nuevos propietarios se encargaron de realizar una especie de loteo del terreno. Colocaron alambrados y postes y hace dos días consiguieron iluminación. "Pensamos que se iban a quedar pegados, colocaron una escalera y se engancharon del poste de la luz. Salían chispas para todos lados", recordó una vecina. Según reveló, "las construcciones se hacen rápido. Llegan en carros con chapas y tirantes y en pocos días ya están instalados", contó. Los nuevos habitantes provienen en su mayoría de una villa de emergencia ubicada detrás del Fonavi de Casiano Casas y Baigorria, a la que muchos en el barrio señalan como la gran culpable de la ola de inseguridad que se pasea por distintos sectores. Pero la versión de los vecinos no se asemeja a la de la policía del lugar. En la comisaría 30 están seguros de que el crecimiento del asentamiento "no es tan rápido. Hay algunas familias, pero hace unos días intentó instalarse otra y la sacaron corriendo", indicó un oficial. Eso sí, los uniformados recordaron que a fines del año pasado, "un hombre denunció a una familia que estaba por asentarse en el lugar" y pudieron persuadirla de no hacerlo. "Cuando llegamos, la gente había bajado una casa prefabricada de una camioneta y se disponían a instalarla", aseguró un policía. Lo cierto es que más allá de esta denuncia, en la comisaría no se registró ninguna otra queja o reclamo ante la presencia del nuevo asentamiento que comenzó a erigirse en la zona. Por ahora, los vecinos están preocupados. En una semana, en la vieja cancha de fútbol se instalaron más de diez familias y aseguran que el barrio, "comenzó a cambiar".
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