La vuelta a las bancas trajo algunas sorpresas, sobre todo estéticas. Los concejales que no vieron al radical Rubén Rosa en el transcurso del verano quedaron ayer estupefactos. Y no es para menos ya que el edil adelgazó unos 25 kilos. El radical estaba chocho, y por más que lo intentó no pudo esconder su sonrisa de satisfacción. "Está más flaco, pero todavía le falta", dijo un envidioso en voz baja. Era el primer día, por eso los concejales querían lucir elegantes. Todos vistieron traje y corbata menos tres, que prefirieron adoptar un look más informal y utilizaron sólo la camisa. Quienes no se fijaron demasiado en la cuestión estética fueron dos ediles. Es más, hasta parecían recién retornados de las vacaciones: uno llegó con una camisa de mangas cortas rosa y el otro sorprendió con una cuadrillé. Las mujeres simplemente estaban vestidas para la ocasión.
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