Año CXXXVI
 Nº 49.759
Rosario,
jueves  20 de
febrero de 2003
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El abuso del poder

Hay organismos e instituciones para resguardar y proteger el orden de la vida natural de las personas. Hoy se ve que esas instituciones no hacen valer sus funciones ni demuestran la jerarquía para cumplir con sus reglas. Basta mirar hacia adentro de nuestro país para comprobar lo dicho. Desde hace años todo se maneja tan burocráticamente que se han pasado el tiempo inventando leyes y reglamentos en defensa de la humanidad, pero en la vida cotidiana de cada persona se puede comprobar que no es así. Los expertos hablan de no romper la cadena ecológica. ¿De qué cadena ecológica se habla cuando no se respeta la cadena humana? Existen tantas diferencias, donde unos gozan de tanto poder y bienestar mientras que otros sufren de tanto hambre y muerte por desnutrición. A los burócratas de turno del mundo hay que decirles, por ejemplo, que la Argentina produce alimentos para satisfacer a trescientos millones de habitantes, cuando apenas cuenta con treinta y seis millones sin descontar los que se están muriendo y los que emigran. ¿Qué se quiere demostrar con esto? Con esto se quiere demostrar que tenemos un país rico y pobre a la vez, que los poderosos hacen uso del poder para demostrar que su conducta y procedimientos no son las salidas adecuadas en muchas oportunidades. Ignoran al ser humano como tal para transformarlos en simples números que sirvan para acrecentar sus ingresos. ¿Cuántos genios del poder provocaron guerras? ¿Cuáles fueron sus resultados y quiénes fueron los que ganaron? En la guerra nunca hay un ganador. El resultado es siempre negativo. Basta con detenerse un minuto para observar lo que está sucediendo en el planeta: su progresivo recalentamiento, el problema del agujero de la capa de ozono, alteraciones climáticas, incendio forestal, inundaciones de grandes magnitudes como las que están soportando en forma conjunta Alemania, Francia, Gran Bretaña, Portugal, Bélgica, Austria, Holanda y República Checa. El presidente de los Estados Unidos patentiza su enfermedad de poder al movilizar más de 80.000 miembros del ejército hacia el Golfo, con la clara intención de provocar una guerra con las consecuencias conocidas y en las que no va a haber un ganador, sino que se seguirá destruyendo nuestra casa grande, que es nuestro globo terráqueo. La ONU y todos los organismos e instituciones que tengan que ver con los derechos humanos deben actuar con ahínco y esmero para destrabar desde el conflicto más pequeño hasta el más grande y solucionar en forma pacífica y equitativa. Que impere la paz y sea la soberana del mundo.
Daniel Santiago


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