Eran las 19 de ayer y Herman David Torres sonreía de oreja a oreja. Había pasado por momentos de suma tensión porque su vivienda de Corrientes 3483 fue a remate ayer, debido a un crédito prendario que el hombre de 65 años pidió hace tres años al Banco de Boston pero nunca terminó de liquidar. Debió desprenderse del rodado para cumplir con la deuda, pero quedó a mitad camino. "Eran cuotas en dólares que después de idas y venidas se transformaron en un total de 18 mil pesos", explicó el hombre a La Capital. La subasta se realizó a las 17.30 por la vivienda de Corrientes entre Ayolas y Saavedra. Pero, hubo un solo oferente: la hija de Torres quien salvó la casa de su padre por unos 13 mil pesos. "Fue una jornada atípica, la verdad es que estamos satisfechos por partida doble", dijo entusiasmado el titular de la Asociación en Defensa de la Vivienda Unica (Adeviu), Marcelo Bonini. Quedó un episodio más para recordar. La suspensión de una subasta prevista para una vivienda única familiar en calle Irurtia. Y según indicaron los representantes de Adeviu para hoy no están previstos nuevos remates. "Con lo de hoy (por ayer), ya queremos vacaciones", remató Bonini.
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