| | El truco de aggiornar programas Televisión/Crítica: "La peluquería de los Mateos"
| Pedro Squillaci / La Capital
** Intérpretes: Pablo Granados, Pachu Peña, Freddy Villareal, Rolo Puente, Norma Pons, René Bertrand, Silvina Luna, Ileana Calabró, entre otros Idea y producción: Gerardo Sofovich Género: Humor De lunes a viernes, a las 21, por Canal 9 La pantalla argentina necesitaba una pizca de humor, entre tanta ficción, realities y magazines. Y Canal 9 decidió hacer punta en este febrero cargado de estrenos. Pero, eso sí, con pocas ideas. En fútbol se suele decir que “equipo que gana no se toca", y el canal de Daniel Hadad decidió adherir a esta máxima. Con Pablo Grandados, Pachu Peña y Freddy Villareal a la cabeza del staff, el envío se torna previsible, con escaso lugar para el desparpajo, y sobre todo, con pocos chispazos de buen humor. Pese a todo, la emisión de Gerardo Sofovich logró promediar 12 puntos de rating, una cifra nada despreciable para los productores del ciclo. "La peluquería de los Mateos" es la repetición del esquema de aquella vieja peluquería de Don Mateo, por la que pasaron Fidel Pintos, Jorge Porcel y, más recientemente, Miguel Angel Rodríguez. Esto es: un cliente que viene a afeitarse (el siempre efectivo Rolo Puente), ahora atendido por dos peluqueros algo zarpados (Pablo y Pachu) y una galería de personajes que desfilan casi sin respiro, con recursos más o menos desopilantes. El ámbito tuvo un ligero cambio, y ahora se convirtió en un apart-hotel con piano bar, que justifica un poco más la entrada y salida de individuos. Pero la estructura del programa, el formato, el rol del cliente y hasta los desenlaces de ciertos gags no cambiaron para nada. Si bien el primer envío tuvo momentos que desataron la carcajada del televidente, los programas que siguieron se tornaron demasiado reiterativos, con las modificaciones de algunos toques de actualidad basadas en acontecimientos políticos y deportivos. De los tres ex "Videomatch" (que por primera vez se despegan de Marcelo Tinelli) Pablo y Pachu están desaprovechados, con escasa participación, mientras que, por el contrario, Freddy demuestra todo su histrionismo. El creador de Figuretti hace de Don Bianchi, un pesado encargado de mantenimiento; Ferdinando, un mozo caracterizado como el ex presidente Fernando de la Rúa; y un tonto empleado del Servicio Meteorológico. Entre los que entran y salen de la peluquería, se destaca René Bertrand, como un delivery de comida china que habla a toda velocidad en rosarigasino. Este es el guiño más evidente hacia esta ciudad, ya que el repartidor es canalla y siempre se choca con dos leprosos declarados como Pablo y Pachu. Por lo demás, entre las tres bonitas mujeres surgidas de realities (Natalia Fava, Pamela David y Silvina Luna) se muestra más resuelta la rosarina, quien interpreta a una paseadora de perros de famosos. Norma Pons se queda a mitad de camino con su personaje de la gorda cocinera Doña Angustia, e Ileana Calabró sale airosa con su rol de una mujer que se queda inmóvil cada vez que está contando algo, y se frena justo en una frase con doble sentido. Florencia de la V aburre con su enamoramiento en forma de autobombo hacia Sofovich (quien está en un retrato que a veces toma vida), y también cansan las alusiones a otros programas del canal. Pese a todo, queda la duda de que el producto podría superarse si el ciclo fuese semanal, ya que parece que las emisiones diarias no permiten innovar demasiado sin una cuota de riesgo. Por lo pronto, lo más bueno es la foto de Fidel Pintos, que mira de reojo como recordándole al telespectador quien fue el mejor barbero de esa famosa peluquería.
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