Carla Rizzotto / La Capital
"¿Por qué oficial de la Prefectura y no maestra jardinera?", fue la pregunta recurrente que escuchó Marcela Cortez, de 19 años, cuando decidió seguir una carrera muy poco común para una mujer. Ella es una de las 27 chicas que cursan segundo año en la Escuela de Oficiales de la Prefectura y forma parte del grupo de mujeres que, por primera vez, navegará por las aguas del Paraná. A Marcela como a las otras tres futuras prefectas que dialogaron ayer con La Capital, les tiene sin cuidado representar a la minoría dentro de esa fuerza de seguridad. Y eso quedó claro cuando soltaron esta idea: "Estamos a la par de los hombres, en todo". Es la primera experiencia que Marcela, Graciela Castaño (19), María Laura Britos (22) y María Eugenia Duarte (23) tienen en materia de navegación, porque el viaje se realiza justamente para volcar los conocimientos teóricos en la práctica. Las cuatro estaban ayer de punta en blanco: perfectamente peinadas y con el uniforme que ellas denominan de gala. El resto de los trajes -de tarde, el diario y de deportes- los guardan para las demás actividades que desarrollan en la escuela. Un día en el instituto empieza a las 6 y termina a las 22, cronograma que se repite de lunes a viernes. Todas las actividades están organizadas con estricta precisión: "Tenemos horario para desayunar, para ir a clase, para el almuerzo, para volver a las aulas y para los deportes (dentro de los cuales se encuentran los acuáticos, como el remo). Claro que también tenemos recreos", aclararon. Sorpresa, eso fue lo que causó la noticia de las cuatro cuando les comunicaron a sus familiares y amigos que querían ingresar a la Prefectura. "La carrera se relaciona con lo militar, los hombres y las armas. Pero a mí me encantan los barcos, y servir a la comunidad", expresó Graciela. Sí, es cierto, son la minoría: de 152 alumnos que cursan segundo año, 125 son varones. Pero ese dato no las inmoviliza: "Sabemos que en algunas actividades, como los ejercicios físicos, corremos con alguna desventaja. Pero nos esforzamos para estar a la par", aseguró María Laura. De hecho, en la instrucción de la escuela no existen diferencias entre los sexos. "Ellas van a ser policías igual que los hombres, por eso no hay ni tiene que haber diferencias. Todos tienen que estar preparados de la misma forma", sostuvo el capitán del buque que las trasladará a San Nicolás, subprefecto Walter Alvarez. Sin embargo, a la hora de la práctica, no todos corren con la misma ventaja: "Por ahora las mujeres no pueden especializarse en las máquinas de los buques, porque no están preparados para la presencia femenina", explicó el subprefecto. Por suerte, según dicen las prefectas, no tuvieron que dejar ningún novio en tierra. Pero piensan que algún día formarán familias. "Si después se complica, veré; tiempo al tiempo", se tranquilizó Graciela.
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