Año CXXXVI
 Nº 49.756
Rosario,
lunes  17 de
febrero de 2003
Min 18º
Máx 24º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Casino en Rosario, ¿otra improvisación facilista?

Alberto Serra

Se está discutiendo el lugar para instalar un casino en la ciudad y las propuestas más difundidas resultan lamentables. Ni el hipódromo ni la estación Central Córdoba son adecuadas, por dos razones fundamentales: a) limitaciones edilicias que apenas permitirían la existencia de un minicasino con media docena de mesas de apuestas, y b) tareas y actividades preexistentes incompatibles por su naturaleza, ya que un ámbito compartido por educandos, caballos de carrera y un casino resulta impensable, y las vías de la vieja estación son las que permiten el movimiento de cargas con el puerto, actividad que presuntamente tomará auge en el futuro cercano.
¿Cuál debería ser el lugar? Determinar la ubicación geográfica debería ser el resultado de un relevamiento de los espacios disponibles y un análisis de la fluidez de sus accesos. Pero cualquiera que resulte el predio elegido, requiere de una exigencia inamovible: el edificio debe ser producto de una construcción. Rosario debe crecer sumando, sin anular o destruir lo que ya tiene.

Los resultados de las improvisaciones
Lamentablemente, Rosario tiene una larga historia de improvisaciones inmobiliarias que en el plano oficial han resultado engendros que en el mejor de los casos, opacan la ciudad. Precisamente, el hipódromo y las estaciones de ferrocarril son ejemplos válidos. En el centenario Independencia se instaló un presunto "instituto de educación física" que no solo despedazó la armonía funcional, sino que además obliga a una convivencia contranatural a dos actividades que, por su esencia, son incompatibles. El resultado final es que tenemos un instituto que podrá ser útil para su burocracia pero no para sus alumnos.
"La Siberia" es el otro caso. Con la única ecepción de la Facultad de Arquitectura, se improvisó una ciudad universitaria en antiguos galpones de ferrocarril. ¿Qué opinión se llevarán los profesores que nos visitan de tal curiosidad? \La estación Central Córdoba es quizás la que menos invasión destructiva ha sufrido. ¿Por qué no pensar en utilizarla para lo que fue hecha? ¿Por qué no impulsar un estudio de factibilidad de un tren de pasajeros que una Rosario con Buenos Aires, que tanta falta nos hace a los rosarinos? No es necesario pensar en un tren supersónico que asombre al mundo, sino que bastaría con uno similar al que en la década de los cuarenta del siglo pasado recorría el trayecto en menos de tres horas.

Ojo con el cuento del casino
La nueva ley de juegos incluye a las llamadas máquinas tragamonedas, y es probable que éstas sean el verdadero objetivo de quienes se presenten como posibles titulares del futuro casino. La trampa sería sencilla. Una vez adjudicada la licitación total, las obras demandarían un tiempo más o menos prolongado; mientras tanto, los adjudicados podrían solicitar la instalación y funcionamiento provisorio de las máquinas en otro lugar -por ejemplo el hipódromo-. En el caso que los funcionarios responsables optasen por una respuesta afirmativa, en menos de 48 horas, sin ninguna inversión (las máquinas se alquilan) los beneficiarios pasarían a recaudar buen dinero, y las obras del bendito casino se prolongarían eternamente en el tiempo.
Esta hipótesis se fundamenta en que para concretar lo que se establece en la ley se requiere una inversión económica de una magnitud desproporcionada en relación a las posibilidades que tiene la gente de apostar plata grande. En cambio en las maquinitas se puede probar suerte con unas pocas monedas.


Diario La Capital todos los derechos reservados