El ministro de Economía, Roberto Lavagna, empezó a meter presión sobre el Congreso para que salgan en las sesiones extraordinarias las reformas fiscales planteadas por el Ejecutivo, fundamentalmente surgidas del acuerdo con el FMI. El ministro fue el martes al Senado y el miércoles a la Cámara de Diputados, y mantuvo reuniones con los respectivos bloques del PJ. En el Congreso obtuvo un moderado apoyo pero se fue con la certeza de que los legisladores no levantarán la mano a libro cerrado. En la Cámara alta, elogiaron el acuerdo logrado con el Fondo, pero respecto a las leyes le anticiparon que harán modificaciones. En Diputados, el apoyo fue más limitado y surgieron cuestionamientos en torno a Ganancias y combustibles, lo cual obligó al ministro a advertir que ante el menor desvío en la recaudación "se caerá" el acuerdo con el FMI.