En el marco de la leve recuperación de algunos sectores de la economía real, la construcción recuperó parte de lo perdido en el 2001 y entre finales de 2002 y principios de 2003 registra indicadores positivos. Según datos de la Secretaría de Trabajo, desde julio pasado se registró una reactivación significativa que se cristalizó en unos nuevos 800 puestos de trabajo nuevos. Desde el gremio estiman que existen unos 600 ocupados más al comparar la misma época del año anterior.
Si bien el saldo de 2002 fue negativo, porque se registraron 4.864 ingresos contra 5.066 bajas, lo cual significó una pérdida de 202 puestos. Al observar los tres últimos meses de 2002 se percibe un incremento de estos puestos efectivos.
Un edificio de diez pisos ocupa en el punto crítico de construcción unos 50 operarios, cifra que baja a medida que se concluyen las distintas etapas. Desde el Sindicato de la Construcción (Uocra) sostienen que, de los 7.500 afiliados que tuvieron en otras épocas hoy sólo queda un poco más la mitad.
Desde la Asociación de Empresarios de la Vivienda prefieren ser cautos a la hora del análisis. "Las constructoras no sólo hacen los edificios, venden y financian unidades con plata genuina, y el problema al que nos enfrentamos es el dinero acorralado, ya que no damos crédito si no que cobramos sobre saldo" expresó su titular, Hugo Pietrafessa.
Un relevamiento por 25 empresas arrojó que están en marcha alrededor de 20 edificios, con un total de 400 unidades libres para la venta. Muchos de ellos están en su fase final y arrancaron en el 2001 y el total de operarios ocupados en esos emprendimientos ronda los 250, sólo en edificios.
En los seis primeros meses de 2001 la construcción perdió 1.100 puestos, pero ese año fue el peor para las constructoras y por ende para el sector del trabajo. "A finales de 2001 no se sabía ni como construir; ni precios ni perspectivas, fue el peor momento", indicó Francisco Pagano, titular de una empresa familiar con más de 60 años de participación en el mercado. "Si bien ahora todo aumentó al doble: el acero, la pintura, las estructuras, al menos tenemos idea de costos", señaló. Esta empresa tiene actualmente dos edificios en marcha.
Por otro lado, una constructora más pequeña definió las preferencias de las nuevas compras inmobiliarias; "Se buscan propiedades que no exceden los 50 metros cuadrados y son primera unidad. Básicamente es gente con ahorros genuinos o bien que han podido retirar fondos del corralito", explicó Salomón Garbulsky, de la firma Ingar.
Suman ladrillos
Oscar Astrada, titular de Uocra Rosario, expresó que "el gremio sufrió un golpe grande, perdimos muchos puestos, pero ahora se está moviendo un poco, se están construyendo edificios, aunque la obra pública sigue muy parada".
Según el sindicato, Rosario está con un 35% de desocupación en el sector, pese a esto se encuentra mejor que ciudades como Mar del Plata, en las que la construcción se congeló en el 2001. "En la costa llegó a haber un 100% de desocupados" señaló Astrada.
Uocra Rosario conforma la segunda circunscripción de la provincia, que incluye: Villa Constitución, Casilda, Venado Tuerto y Firmat, entre otras. En esas poblaciones la construcción está registrando un boom inusual y se llegó a plantear cierta falta de mano de obra.
Para el gremialista actualmente hay alrededor de 3.000 obreros sindicalizados. Esta cifra surge de quienes están en actividad y las incorporaciones que se realizan. Siempre hay un remanente de mano de obra fija trabajando y los afiliados tienen una libreta de desempleo, por lo tanto al emplearse se registra en el padrón sindical y el dato se refleja automáticamente.
Lo que no se registra es la pequeña obra o refacción, que usualmente es un trabajo eventual hecho por albañiles sin estructura empresaria: "A veces se asocian un oficial y dos o tres muchachos y hacen algo por su cuenta, eso se ve mucho en los barrios" dijo Astrada.
En lo que respecta a la obra pública, una de las más importantes y que podría reactivarse, es el Puente Rosario-Victoria. Ese complejo llegó a emplear a unos 1.200 operarios, al igual que el complejo de la cadena de supermercados Jumbo, en la zona norte de la ciudad donde se encontraba la antigua textil Estexa, que según trascendidos podría llegar a reactivarse para abril.
En lo que respecta a las dimensiones de las obras proyectadas, la más importante serían dos edificios en torre de 20 pisos sobre la costa y algunas construcciones entre bulevares.
Otro dato importante es el interior de la provincia. En San Lorenzo las altas de operarios registrados en 2002 llegaron a 3.646, en tanto las bajas fueron de 2.131, por lo que el saldo es de 1.500 obreros en actividad. Esto se debe a que las ceralistas permanente construyen instalaciones nuevas.
Las perspectivas para el 2003 son optimistas tanto desde el punto de vista gremial como empresario. En este sentido un antiguo constructor definió una máxima del sector: "Nacimos para construir, no sabemos hacer otra cosa".