| | cartas Gracias a mi segunda familia
| Después de un mes del fallecimiento de Alberto Castellani (el gordo), su esposa e hijas quieren transmitir un mensaje de agradecimiento conociendo lo que sintió en vida, y lo que hubiera querido hacer si Dios no se lo hubiera llevado. Alberto pasó su último tiempo de vida internado en el policlínico Pami II de Rosario, con un serio problema de obesidad. Ingresó con 265 kilos, y en el tiempo que estuvo logró reducir su peso a 145. El tratamiento lo llevó a tener expectativas de una vida diferente y le generó un gran opitimismo y esperanza. Lamentablemente, su organismo no resistió las complicaciones post operatorias y eso le impidió concretar sus ilusiones, pero podemos asegurar que vivió sus últimos tiempos con alegría y renovadas ganas de vivir. Alberto sentía que esto no lo había logrado solo, sino con un gran apoyo y afecto de toda esta gran familia de Pami II. No queremos mencionar nombres porque seguramente omitiríamos alguno de aquellos a quienes él hubiera querido incluir, pero sí podemos mencionar: médicos, enfermeras/os, camilleros, mucamas, directivos, administrativos, personal de mantenimiento, seguridad, enfermos internados, sus acompañantes y todos los que de algún modo estuvieron cerca de él en esos momentos. Es por eso que su familia quiere agradecer profundamente en su nombre a todos los que tanto lo ayudaron y apoyaron con tanto afecto y como el gordo siempre decía: nunca me voy a cansar de gritar: "Gracias a mi segunda gran familia, la gente de Pami II". María Alejandra Castellani
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