Se puede vagar por las múltiples ofertas de la geografía cordobesa, pero el Uritorco y Capilla del Monte, la ciudad que se levanta a los pies del enigmático cerro, en el Valle de Punilla, tienen como valor agregado la fuerte creencia de que allí existen potencias más que normales.
Son muchos los que van al cordón de las Sierras Chicas, en el noroeste cordobés, en busca de esas experiencias que bordean lo conocido, pero no es menos aventurado internarse a las propias fronteras.
Senderos señalizados para alcanzar los 1.950 metros de su cima, el Uritorco (macho en lengua aborigen), y la fama a nivel internacional de que se trata de un lugar elegido por los extraterrestres y sus vehículos para hacerse ver, dan el marco a Capilla del Monte.
Claro que la ciudad cordobesa, se presta para otras experiencias, quizás hasta mas difíciles, como es el de buscar el camino a lugares tan inaccesibles como alcanzar el propio equilibrio o armonía interior.
Con una geografía plena de bosques de quebracho blanco y colorado, talas, algarrobos, espinillos y piquillines, los más llegan al lugar en busca de vivencias paranormales y potenciadoras, de acuerdo a lo que se dice sobre el avistaje de platos voladores.
Murallón de granito
El Uritorco, que señorea el lugar y es escenario de las creencias, es un murallón de granito que asciende desde el borde mismo del pueblo. Se llega a su cumbre a través de un zigzagueante sendero que se transita únicamente a pie.
No tan difundidas y no menos energizantes, son las Termas del Uritorco, donde las aguas calientes fluyen a una temperatura promedio de 38 grados centígrados, muy buenas para reconfortantes baños terapéuticos.
Entre los circuitos turísticos, uno de los paseos más lindos es visitar la Capilla San Antonio de Padua, del siglo XX, donde tres siglos antes el capitán Antonio de Cevallos erigió una capilla de adobe, y también llegar hasta Los Mogotes, en el paraje Paso del Indio, donde hay un pasaje angosto y rocoso que hace las delicias de los escaladores.
También se practica la escalada en roca en Los Paredones, un lugar rodeado de paisajes agrestes y de flora y fauna autóctona, al que se llega por un sendero que discurre junto al río Seco.
Fanáticos de los vuelos
Mientras que los fanáticos de los vuelos en parapente saben que sólo tienen que ir hasta el cerro Las Gemelas; en vehículos se llega hasta una confitería, y desde allí se sigue a caballo hasta la plataforma de lanzamiento de este deporte que cada vez atrae a más aventureros.
Asimismo, hay muy buenos balnearios, como el municipal Calabalumba, sobre el río del mismo nombre, que brinda todos los servicios para disfrutar de una jornada al aire libre. Y muy cerca, en el medio de un bosque autóctono, se levanta La Toma, un complejo que además de asadores tiene una proveeduría.
Capilla del Monte es famosa por tener una de las rocas más fotografiadas del país, El Zapato, donde hay un complejo con un tobogán gigante, puestos de venta de artesanías y un restaurante que sirve comidas regionales.
La pesca y los deportes náuticos encuentran bellos escenarios en dos diques. Uno de ellos, Los Alazanes, que es el dique cordobés más alto -está a los 1.400 metros de altura-, y el otro El Cajón, en cuyas inmediaciones se realizan cabalgatas.
Y también es muy interesante y didáctico conocer el criadero de truchas La Tramontana, donde las visitas son acompañadas por guías expertos en el tema.
La Ciudad
