Pablo F. Mihal / Ovación
Peor imposible. Así podría rotularse el fin de semana que tuvo el seleccionado mayor de la Unión de Rugby de Rosario en su preparación para el Campeonato Argentino, torneo que comenzará el próximo 1º de marzo. La negativa del seleccionado de Noreste de venir a Rosario fue un indicio de que las cosas este fin de semana venían mal paridas. Un telefonazo cerca de la medianoche del jueves confirmó la cancelación del partido y la solución más rápida fue armar un encuentro con el seleccionado de Santa Fe, que ayer llegó disminuido ya que varios de sus titulares enfrentaron a los Cheetahs. No conforme con ello, la idea era jugar cerca de las 15.30 para que los rosarinos se adapten al calor (ya que la decisiva primer fecha se juega en Tucumán) y no sólo no se jugó a esa hora sino que además ayer fue uno de los días más fríos de febrero de los últimos años. Para sintetizar: salió todo al revés de lo planeado. El partido, que terminó 12-12, tuvo un trámite apenas discreto y se jugó bajo una lluvia intensa. En el primer tiempo Rosario tuvo la pelota y atacó (le faltó definición) pero en el complemento aparecieron las fallas, fundamentalmente con el pie y en las decisiones de juego. Santa Fe se agrandó y la cosa giró 180 grados. "Tuvimos un montón de deficiencias pero es mejor que estas cosas pasen ahora y no en el torneo", enfatizó Ricardo Imhoff quien a renglón seguido aclaró que lo que más le preocupa son las lesiones ya que Sebastián Preumayr tuvo que retirarse del campo por un problema en la rodilla, Sebastián Bosch se golpeó e Iñaki Barrandeguy se resintió. En cuanto al juego en sí y más allá de que fue el primer partido del año, podría decirse que el equipo no jugó bien, sobre todo en el complemento cuando Santa Fe atacó y Rosario no encontró los medios para salir del asedio. La tarea de pateador no fue acertada (dejo varias pelotas adentro) y las falencias en el line oscurecieron aún más el panorama ya que Rosario no pudo hacerse de la pelota y sin ella es imposible jugar. Fue un típico partido de pretemporada, con muchos errores y también con muchas enseñanzas: la más importante es que ubicó al equipo en la realidad e hizo ver que todavía falta mucho trabajo. El invicto conseguido en el 2002 ya es historia. Ahora las cosas son distintas pero como siempre los jugadores tienen la última palabra.
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