| | Punto de vista: Esperando justicia estética
| Fernando Toloza / La Capital
Nicole Kidman ya no sabía qué hacer para llamar la atención de la Academia. Durante años se sintió ignorada, y eso que había tratado de conseguir de alguna forma una nominación, incluso llegó a ponerse en cueros en "Ojos bien cerrados", mostrando detalles de su curva anatomía que ninguna actriz de Hollywood deja ver. Pero Kidman lo hizo y no tuvo recompensa. Necesitó disfrazarse de lo que en Argentina podría llamarse vedete para ser nominada por primera vez, con "Moulin Rouge". Y para asegurarse otra nominación no dudó en dejarse deformar el rostro, maquillaje mediante, para interpretar a Virginia Woolf, una escritora inglesa, autora de una obra por momentos exquisita pero no tan fea de rostro como postula la película "Las horas", de Stephen Daldry, que acumuló nueve candidaturas para el Oscar. Confundir actuación con deformación es una costumbre arraigada en Hollywood. Como también lo es tratar de hacer creer que un filme de majestuoso presupuesto es una gran película. Otra muletilla de la que Hollywood no se desprende desde que otorga el Oscar. Así han pasado por las candidaturas y han ganado bodrios memorables, aunque, eso sí, de gran presupuesto, como diciendo "lo que vale es la intención", haber gastado todo ese dinero para deleite de los espectadores. Las diez nominaciones para "Pandillas de Nueva York" ponen, por suerte, un poco de seriedad, que puede durar hasta el 23 de marzo, cuando se entreguen los premios, y donde si el filme y el director pierden, nadie morirá, por supuesto, pero muchos podrán sentir que otra vez se equivocaron el esperar un poco de justicia estética en la meca del cine. Igual, esa estética Hollywood que tanto a los argentinos como a los estadounidenses les sale por las orejas ha dejado momentos grandiosos, como Indiana Jones perseguido por una piedra gigante, después de haber sido engañado por Alfred Molina en un papel pequeñísimo en los "Cazadores del arca perdida", o Nicole Kidman mirándose desnuda frente a un espejo en el último filme del pedante Stanley Kubrick.
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|