El geriátrico San José, donde se desprendió parte del techo de la cocina, debería estar clausurado de acuerdo a la documentación que consta en la Municipalidad. Sin embargo sigue funcionando, a pesar de que su reapertura no figura en los registros oficiales. Es más, según consta en un listado que obra en poder de la Comisión Investigadora de la Dirección de Registración e Inspección municipal creada por el Concejo, sobre un total de 224 centros para ancianos existentes en Rosario, sólo 24 están habilitados.
El geriátrico en cuestión es una entidad dependiente del Círculo Católico de Obreros y está ubicado en Buenos Aires 964. Allí, el pasado sábado, después de las 13, se desprendió parte del cielorraso de la cocina donde se prepara la comida para unos 30 abuelos.
El gerente de la institución, Luis Larroque, minimizó el hecho y dijo que la mampostería desprendida tenía una superficie "que no superaba los dos metros cuadrados".
Además, recalcó que "el resto del edificio está bien" y ratificó que "ni los 30 pacientes internados ni los 20 empleados que trabajan en el lugar corren peligro".
No obstante, hay una situación por demás de llamativa. Si bien Larroque afirmó que el Instituto Geriátrico San José "está habilitado y cumple con la normativa vigente", desde la comisión que investiga a la Dirección de Registración e Inspección de la Municipalidad (área encargada de autorizar la apertura de estos centros de salud) se manifestó a La Capital que "en el registro de clausuras de la repartición está detallado con el número 264 el cierre del geriátrico de Buenos Aires al 900, cuya titularidad pertenece al Círculo de Obreros".
Fuentes del Concejo consignaron además que la determinación de la clausura tuvo lugar en 1999 (parte Nº5189-99), aunque recién se efectivizó en 2001.
Sin embargo, la entidad permanece actualmente abierta y "no se registra el levantamiento del cierre ni el reimplante".
Pero aún, según un listado que dio a conocer Registración, a través de una nota del 23 de septiembre de 2002 remitida a un grupo de concejales, el geriátrico de Buenos Aires 964 (ubicado en el Nº4 de la lista) no cuenta con el certificado de habilitación.
Historia repetida
La Capital pudo saber que los motivos que originaron la clausura de la entidad obedecían a la falta de ventilación en las habitaciones y de una salida de emergencia correctamente dispuesta. Al parecer, la puerta daba a las instalaciones del Club Gimnasia y Esgrima que no autorizó ese egreso.
En Rosario muchas de estas instituciones ligadas al albergue de ancianos han presentado históricamente fallas en la seguridad y graves deficiencias tanto en las estructuras edilicias como en los servicios que prestan.
En octubre de 1998 este diario dio cuenta de esta problemática. Sobre un total de casi dos centenares de geriátricos sólo diez contaban con la habilitación definitiva.
Este inconveniente se repitió al año siguiente. Sólo el 15 por ciento de los 123 institutos cumplía con las exigencias legales. En tanto, la Municipalidad terminó por clausurar 22 geriátricos por falta de seguridad.
En la actualidad hay en Rosario más de 200 sitios dedicados a contener a los llamados adultos mayores, pero únicamente 24 tienen su correspondiente habilitación.