Los esfuerzos del ministro de Economía, Roberto Lavagna, por convencer a los senadores para que aprueben el paquete impositivo resultaron estériles, luego de una explicación brindada ayer ante legisladores del justicialismo sobre los alcances del acuerdo con el FMI. En su primera visita al Senado tras el entendimiento con el Fondo, Lavagna negó que haya un compromiso para avanzar hacia la privatización de la banca pública y dijo que sólo hubo un compromiso de realizar auditorías sobre recursos y nivel de endeudamiento. El ministro también anticipó que el Ejecutivo enviará un proyecto de modificación a la ley de quiebras que incluirá una instancia de mediación obligatoria para pequeños deudores durante el proceso de concurso preventivo. El jefe del Palacio de Hacienda defendió además la contratación de una consultora para asesorar en la renegociación de la deuda con acreedores privados y dijo que el costo total de la operación ascenderá a 2,2 millones de dólares. La reunión tuvo un tono amable y un carácter informativo, y versó básicamente en torno del acuerdo firmado con el FMI el mes pasado. Según el jefe del bloque de senadores del PJ, Miguel Angel Pichetto, "no hubo cuestionamientos al programa acordado porque fue un acuerdo digno, trabajoso, realizado con eficacia y solvencia". Lavagna se limitó a explicar aspectos técnicos del documento rubricado pero no pidió explícitamente la aprobación de los proyectos de ley que están incluidos, como la derogación de los planes de competitividad y la eliminación de la exención del impuesto a las ganancias a los reembolsos por exportaciones. Los senadores, a cambio, se limitaron a informarle que esos temas van a ser analizados en las comisiones respectivas, pero no garantizaron su aprobación en sesiones extraordinarias. Lo más probable, según anticiparon algunos senadores, es que en la Cámara alta se realicen modificaciones y esos proyectos deban volver a Diputados. Respecto de uno de los aspectos más conflictivos del pacto firmado, el que se refiere a la apertura parcial de los bancos públicos a los capitales privados, el ministro dijo que sólo hubo un compromiso para realizar un estudio sobre los recursos de esas entidades, para garantizar su solvencia y transparencia. Negó, en cambio, que haya alguna promesa concreta que tienda a la privatización del Banco Nación y los bancos provinciales. Lavagna aclaró que su opinión personal era que "sería bueno que hasta el 10 por ciento de los bancos públicos estuvieran en el mercado de capitales a fin de que estén obligados a hacer balances y coticen en Bolsa". El titular del Palacio de Hacienda anticipó que el Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto para introducir modificaciones a la ley de quiebras que incluirá una instancia de mediación obligatoria para deudores pequeños. Aunque no ofreció mayores detalles sobre la iniciativa, Lavagna buscó desactivar la preocupación de los senadores por la posibilidad de una oleada de ejecuciones hipotecarias al comprometerse a remitir un proyecto diferente al que actualmente impulsa el gobierno, que sólo contempla una mediación voluntaria sin efectos judiciales. El ministro explicó que la propuesta que analizan implica incorporar la mediación entre acreedores y deudores como una instancia judicial obligatoria, aunque sólo para particulares o pymes. Varios legisladores manifestaron también su inquietud por los vetos del Ejecutivo al presupuesto 2003. Después de puntear los aspectos que más preocupaban, como los que limitan el pago del incentivo docente o la construcción de obras viales, Lavagna se comprometió a "analizar los vetos", siempre y cuando "esté garantizado el financiamiento de esos planes".
| Pichetto dijo que el acuerdo con el Fondo fue "digno". | | Ampliar Foto | | |
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