Los cooperadores de la Escuela Normal Nº1 Nicolás Avellaneda no se tomaron vacaciones. El caluroso verano no atemorizó a los integrantes de la cooperadora de una escuela que recibe a más de 3 mil alumnos en sus distintos niveles y, dispuestos a concluir lo que llaman un proyecto integral de recuperación del edificio, trabajaron sin descanso en el receso escolar.
A pesar de que sólo un 13% de la matrícula paga regularmente su cuota de cooperadora, los fondos reunidos por el trabajo de la asociación, más "una importante y fundamental cooperación del Fondo de Asistencia Educativo (FAE) -dijeron los cooperadores- permitió pensar y encarar la obra". El primer paso fue un relevamiento sobre las necesidades de infraestructura y otras que hacen al funcionamiento cotidiano de la escuela. "En esta iniciativa que concluyó con la elaboración de un proyecto integral mucho tuvo que ver el apoyo brindado por la arquitecta María Eugenia Bielsa" -ex funcionaria del Ministerio de Educación-, quisieron destacar los cooperadores.
Según recordaron Feliciano Tamayo y Elida Penecino, presidente y vice respectivamente de la cooperadora de la Normal Nº1, "hacía 13 años que las aulas y la escuela esperaban por pintura en sus paredes". Un recorrido por el edificio, inaugurado en 1879, permite apreciar que el trabajo encarado y ahora dirigido por un arquitecto que es también cooperador escolar va más allá de pintura y refacciones puntuales. La actividad de albañiles, pintores y plomeros está centrada actualmente en la planta baja del edificio ubicado frente a la plaza Sarmiento.
Si bien hoy por hoy el aporte del Ministerio de Educación de Santa Fe no pasa por lo económico, los cooperadores rescataron que sus autoridades les permitieron trabajar durante el receso. Lo cierto es que el próximo 10 de marzo, cuando los alumnos ingresen nuevamente a las aulas, se encontrarán con paredes impecables, baños nuevos y el hall de entrada restaurado. También los cooperadores prometieron licitar la gestión de la cantina que funciona en el establecimiento en los próximos días.
La asociación cooperadora de la Escuela Normal Nº1 es única para los niveles con que cuenta la institución. "Se hace muy difícil reunir fondos para sostener el trabajo solidario en este colegio", dijeron los cooperadores, al tiempo que entre distintos reclamos recordaron que desde que en 1992 "la Nación transfirió las escuelas nacionales a la provincia -entre ellas el Normal Nº1- nunca se recibió un peso en el colegio para hacer los cambios necesarios".
Además de solicitar el aporte de las instituciones que quieran sumarse a este trabajo de recuperación del edificio del Normal Nº1, los cooperadores pidieron a los partidos políticos que conserven las paredes y no las pinten durante las campañas que se avecinan. "También que aquellos que ya pegaron afiches y realizaron pintadas alusivas en el edificio se hagan cargo de limpiarlo", enfatizó Penecino.
A pocos días de que los maestros y directivos vuelvan a las aulas -será el 10 de febrero-, y a un mes de que se reinicien las clases, el trabajo de restauración sigue firme y los cooperadores aseguran que el próximo paso será pedir que se declare al edificio patrimonio histórico.
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La Ciudad
