Salta.- Dos centenares de salteños se concentraron anoche frente a los Tribunales de esta ciudad para abuchear e intentar linchar al abogado y empresario Simón Agustín Hoyos, de 54 años, acusado de abusar sexualmente de una niña de 8 años a la que el pasado viernes trasladó bajo engaños a un motel. El episodio ocurrió cuando Hoyos arribó en medio de una fuerte custodia policial a la sede judicial en la cual se negó a declarar ante el juez Luis Aguero Molina, quien investiga si el hombre abusó sexualmente de la menor. Más allá de esa medida, el magistrado escuchó durante la jornada el relato de la madre de la pequeña, quien era empleada doméstica de Hoyos, de la propia menor y de los empleados del alojamiento que descubrieron el episodio. Las primeras en declarar ante el juez fueron la madre y la nena, y según indicaron fuentes judiciales "fue muy dificultoso tomarle declaración" a la pequeña porque "lloró casi todo el tiempo debido al estado de shock en el que permanece". Las fuentes señalaron también que el juez analiza la posibilidad de retirarle la tutela de la menor a la madre, dado la demora en que incurrió para denunciar a Hoyos. La negativa de la mujer se sostenía en que el imputado era su patrón y, además, en que otra de sus cinco hijas habría pasado por una situación similar y la causa no habría prosperado. Los voceros indicaron que si bien finalmente radicó la denuncia, la mujer mostró reticencia a las pericias que médicos y psicólogos debieron practicarle a la pequeña. Al respecto, la defensora de Menores Patricia Gómez González sólo admitió que "está en estudio" la tutela de la nena. También por la tarde desfilaron ante el juez los empleados del motel Las Palmeras que dieron su versión sobre cómo encontraron al empresario en la habitación 23 con la pequeña, semidesnuda y en la cama bajo una profunda crisis de llanto, y los policías que acudieron al complejo en respuesta a un llamado de la conserjería. Luego, la llegada del detenido Hoyos al juzgado fue acompañada por una lluvia de insultos que le propinó un grupo de 200 personas que se agolpó en el lugar y que en vano pretendieron golpearlo. Cuando debió salir, el empresario lo hizo por una puerta lateral para evitar el acoso de la prensa y los curiosos. En tanto, en la finca de Cerrillos donde reside el empresario junto a sus dos hijas adolescentes, los empleados se mostraron sorprendidos por la situación y describieron a Hoyos como un hombre "respetuoso" y "buen padre de familia". Precisamente esa residencia fue uno de los sitios allanados entre la noche del domingo y la madrugada de ayer por policías y funcionarios judiciales que también estuvieron en las oficinas que el imputado tiene en pleno centro salteño. Respecto al resultado de los allanamientos, sólo trascendió que fue secuestrada una hebilla de niña con cabellos que serían de la víctima y que era sometida a peritajes y a estudios de ADN. Asimismo, los investigadores revisaron dos camionetas de Hoyos: la Ford F100 gris en la que fue hasta el motel donde fue detenido, y una Isuzu que usaría habitualmente por la ciudad. (Télam y DyN)
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