Brasilia. - El gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva anunció ayer un recorte por 14.000 millones de reales (casi 4.000 millones de dólares) en los gastos presupuestarios de 2003, pero aseguró que los programas sociales no serán afectados por los ahorros. El presidente también dio a conocer un paquete de 14 medidas dirigidas a combatir el racismo, acelerar la reforma agraria, aumentar el acceso de pequeños agricultores y empresarios al crédito y a evitar un colapso energético en el país.
La drástica reducción de los gastos fue anunciada durante la reunión de gabinete realizada por Lula en Brasilia, tres días después de que se conoció la decisión de aumentar del 3,75 al 4,25 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) la meta de superávit primario para 2003.
"No se harán recortes en los gastos sociales. Esta es la decisión políticamente importante", destacó el portavoz de la presidencia, André Singer, al dar a conocer los resultados de la segunda reunión de gabinete. Singer sostuvo que la mayor parte de los recortes se debió a "una equivocación" del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, que "subestimó" los gastos públicos en casi 9.000 millones de reales (2.500 millones de dólares).
Al abrir la reunión de gabinete Lula realizó un balance positivo de sus primeros 40 días de gobierno y aseguró a sus ministros que los programas sociales no se verán afectados por las medidas de ahorro. El viernes último, el nuevo gobierno anunció a la nación el más drástico ajuste de las cuentas públicas desde el lanzamiento del Plan Real de estabilidad, en julio de 1994, al aumentar la meta de superávit primario del 3,75 al 4,25 por ciento del PBI, lo que significa un ahorro equivalente a 19.000 millones de dólares para pagar el servicio de la deuda pública. La medida generó las primeras manifestaciones de descontento por parte de los gremios de trabajadores, que apoyaron masivamente la candidatura de Lula.
El ministro de Hacienda, Antonio Palocci, sostuvo que el aumento de la meta de superávit primario fue necesario para asegurar la estabilidad de la economía del país, gravemente debilitada el año pasado por la fuerte depreciación del real frente al dólar.
Primeras medidas sociales
El monto de la contención de gastos públicos fue revelado después de que el portavoz presidencial anunció una serie de 14 medidas puntuales dictadas ayer por Lula. El presidente informó que la próxima semana se realizará la primera expropiación de tierras para la reforma agraria en su gobierno. Según su portavoz, el mandatario firmará un decreto expropiando 203.000 hectáreas en 17 Estados federados, en las que serán asentadas 5.000 familias de labriegos sin tierra. Además, Singer informó que, el 23 de marzo próximo -Día Internacional de Combate al Racismo- Lula creará una nueva Secretaría de Estado, destinada a promover la igualdad racial en Brasil.
El gobierno también decidió reducir los impuestos cobrados a las cooperativas agrícolas, amplió el plazo de concesión de financiamientos oficiales para el cultivo de granos y anunció la fijación de un precio mínimo para los productores de leche, además de prometer incentivos fiscales para los bancos privados que ofrezcan crédito para el programa de agricultura familiar. Al mismo tiempo, anunció medidas de combate a la llamada "exclusión digital", la dificultad de acceso de los más pobres a los productos informáticos.
En el campo de infraestructura e incentivo al desarrollo, Lula anunció la apertura de licitaciones para construir 1.672 kilómetros de líneas de transmisión de energía eléctrica. (DPA)
La Ciudad
