El delantero argentino Gabriel Batistuta aseguró ayer que no tuvo intención de golpear con el codo a un defensor de Reggina, en una polémica acción que no fue no vista por el árbitro Massimo De Santis en el partido que Inter le ganó el domingo 3-0 a su rival. "Si hubiese querido golpearlo, realmente podría haberle provocado daños grandes, pero él siguió de pie", dijo Batistuta, al programa de TV "Controcampo", que le mostró las imágenes del momento en que impacta con su codo al defensor Iván Franceschini. Batigol agregó que "a mí también me impresiona verlas, pero fue un gesto instintivo carente de mala intención, cometido mientras extendía el brazo izquierdo". El argentino se justificó diciendo que su movimiento se debió a la intención de "evitar ser anticipado por el defensor" y que, en definitiva, se trató de una simple acción de juego, "como tantas que se producen en todos los partidos". Asimismo, lamentó el duro ataque que le propinó el técnico de Reggina, Luigi Di Canio, a quien consideró "una buena persona". La prensa local consideró ayer que el Tribunal de Disciplina de la Federcalcio debe aplicar la llamada "prueba televisiva", que el reglamento prevé para aquellos casos de agresiones que escaparon a la evaluación del árbitro, como sucedió el domingo en Inter-Reggina. En otro orden, Batigol, quien lleva tres partidos sin marcar desde que debutó en Inter, aunque jugando en buen nivel, reveló que sus compañeros le pidieron que ejecutara el penal favorable a su equipo, cuando este ya ganaba 2-0. (Télam)
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