Más de dos millones de musulmanes subieron ayer al monte Arafat, cerca de La Meca, en uno de los momentos más importantes de la peregrinación anual, en el que se rezó por la paz en Irak, país al que Estados Unidos amenaza con declarar la guerra. "Aquí estoy Señor, respondiendo a tu llamada. Tú no tienes igual, a ti las alabanzas, de ti vienen todos los dones y la realeza sólo te pertenece a ti", repetían los peregrinos, vestidos de blanco mientras caminaban.
En ómnibus o a pie, la multitud avanzó lentamente para recorrer los escasos kilómetros que separan el monte Arafat, de 70 metros de altura, del valle de Mina, donde empezaron los rituales de la peregrinación. Los peregrinos permanecieron hasta el anochecer en Arafat, donde el profeta Mahoma pronunció su último sermón, hace 14 siglos. Este fue un día de oración y meditación.
La peregrinación a La Meca está marcada este año por la creciente tensión e la región a raíz de la amenaza de guerra contra Irak, y se desarrolló en medio de estrictas medidas de seguridad adoptadas por las autoridades iraquíes. "Que Dios proteja a Irak y a su pueblo. Los iraquíes son nuestros hermanos. Pido a Alá que ayude a Irak a alcanzar la victoria frente a sus enemigos", rezaba Jalil El Ghandur, un egipcio de 40 años.
"Pido por la paz de todos los pueblos de la tierra. No quiero una guerra, no quiero que mi país participe en acciones militares. Los iraquíes son también hermanos musulmanes", repetía el peregrino turco Omer Dogan, de 27 años.
Faruk Ahmed, ingeniero sirio de de 50 años de edad, no ocultaba su ira contra Estados Unidos. Washington "quiere controlar el mundo árabe y su riqueza. Todos nosotros somos soldados al servicio de Irak, y todos los países árabes deben unirse" para ayudar a los iraquíes, dijo.
Yavuz, un turco de 30 años de edad, estimó que Estados Unidos "quiere el petróleo árabe y es el enemigo de los musulmanes".
Intereses económicos de EEUU
Al mediodía, los peregrinos participaron en una oración colectiva durante la cual, el gran mufti de Arabia Saudita, jeque Abdel Aziz Ben Abdalá al Cheij, declaró que "los enemigos del Islam dirigen sus ataques a la vez contra la fe y contra la economía" de los musulmanes.
"La lucha hoy es religiosa y económica. Los enemigos tratan de utilizar cualquier pretexto para atacar a los musulmanes y controlar su economía", dijo el mufti, que no hizo referencia explícita a la cuestión iraquí.
Miles de policías, soldados y miembros de unidades paramilitares estaban desplegados a lo largo de las rutas que llevan a Arafat, que eran sobrevoladas por helicópteros, mientras que Defensa Civil entregaba agua y alimentos a los peregrinos.
La peregrinación se desarrolló sin problemas, sólo se indicó que unos 25 fieles han fallecido de muerte natural.
La concentración en el monte de la Misericordia de Arafat simboliza la esperanza de los hombres en el día del Juicio final. Posteriormente, los peregrinos van al valle de Mina, donde sacrifican un animal, en general un cordero, para recordar el momento en que, según las escrituras, Abraham estaba dispuesto a matar a su hijo para cumplir las órdenes de Dios.
Los peregrinos pasarán tres días en el valle de Mina donde lapidarán estelas que representan al demonio. El jueves se dará por terminada la peregrinación.
Según las autoridades locales, casi un millón y medio de fieles llegaron a La Meca de otros países, una cifra récord, a la que hay que agregar unos 800 mil sauditas o residentes en el país, 200 mil de los cuales viven cerca de La Meca.
Esta peregrinación es uno de los cinco pilares del Islam y todo musulmán que tenga los medios necesarios debe realizarla al menos una vez en la vida. (AFP)