El oficialismo acelerará esta semana en el Congreso el ritmo de negociaciones con la oposición para aprobar las leyes impositivas que necesita el gobierno, durante la ampliación de las sesiones extraordinarias de febrero. Se trata de un paquete fiscal que sumará una recaudación de 500 millones lo cual que facilitará cumplir con el superávit primario comprometido ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La agenda incluye los proyectos de reducir cinco puntos - del 35 al 30 por ciento- la alícuota de ganancias como compensación a las empresas por no permitir ajustar sus balances por inflación y el de modificación del impuesto a la transferencia de los combustibles (ICT), para transformarlo de una suma fija en un porcentaje variable.
Para obtener este consenso el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el secretario de Hacienda, Jorge Sarghini, mantendrán múltiples encuentros con diputados y senadores del justicialismo y del radicalismo para poder superar las dudas que tienen algunos legisladores sobre este paquete tributario.
En este contexto, será crucial la reunión que tendrá Lavagna, esta semana con los senadores del justicialismo donde dará los detalles del acuerdo con el Fondo Monetario y las iniciativas tributarias que tiene que sancionar el Parlamento.
Por su lado, el secretario Sarghini se reunirá mañana o el miércoles con los diputados y senadores del justicialismo y del radicalismo, con quienes analizará el paquete tributario y los vetos del Ejecutivo.
Este tema será parte de las conversaciones entre el gobierno y los legisladores ya que los radicales y algunos justicialistas están reclamando una respuesta por la poda de algunas partidas destinadas a obras públicas y la intangibilidad de los fondos fiduciarios hídricos y viales.
De todas maneras, el gobierno buscará centrar los acuerdos en el paquete tributario que no se pudo sancionar en el Congreso en diciembre porque afloraron críticas tanto en el PJ como en la UCR, que obligaron a demorar su tratamiento hasta febrero.
El cronograma oficialista
El diagrama diseñado desde el oficialismo es votar el 19 de febrero en la Cámara de Diputados las reformas al ITC para transformar la tasa fija en un porcentual del 64 por ciento sobre el precio de refinería en las naftas y del 22 por ciento en el gasoil y los cambios a la alícuota en el impuesto a las ganancias para producir una reducción del 35 al 30 por ciento.
El interés esencial del gobierno está focalizado en el cambio del ITC porque se trata de un gravamen de recaudación rápida, pero es allí donde tendrá que poner su mayor esfuerzo para convencer a los diputados de las comisiones de Presupuesto y de Energía.
Los legisladores de la Comisión de Energía -que preside Arturo Lafalla- son los que encaran la oposición más visible a este cambio y por eso será clave la discusión que se realice en este ámbito para emitir el dictamen que se producirá el miércoles o jueves En cambio, el oficialismo cree que no habrá problemas para sancionar el proyecto que baja del 35 al 30 por ciento el impuesto a las ganancias, pero que impedirá tener en cuenta el impacto de la inflación de los primeros meses en los balances de las empresas que sirve para calcular el gravamen que deben abonar al fisco.
También los funcionarios deberán encarar una laboriosa negociación en el Senado que debe votar, además de los tributos que analizará Diputados, el impuesto a las ganancias al reintegro de las exportaciones y una facultad para el gobierno pueda eliminar los planes de competitividad que rigen en la actividad del transporte, los medios de comunicación y el agro.