Los senadores del PJ privilegian la unidad

La distensión que producen las vacaciones y cierto sabor de reencuentro transformó la primera reunión del año de los senadores justicialistas en un buen retrato de la cara más desconocida de la interna justicialista, la que no emerge públicamente en medio de las ríspidas disputas de la campaña.
"No conviene que nos peleemos adentro cuando hay muchos de nosotros que no están identificados con sus propios candidatos", confesó un senador de una provincia mesopotámica.
Marcelo López Arias, un salteño fiel a su gobernador Juan Carlos Romero, señaló que la alianza de su líder político con Carlos Menem lo dejó de un lado de la interna con el que él no se sentía identificado. "Yo no soy menemista ni mucho menos", comentó entre conocidos.
Mabel Muller, una duhalista confesa, fue el centro de las bromas de sus compañeros porque ahora se supone que deberá pugnar por el triunfo de Néstor Kirchner, un hombre que está en las antípodas de su pensamiento político.
A su lado estaba José Luis Gioja, quien debió transitar un largo camino antes de sentarse a la mesa duhaldista, ya que el actual jefe del Estado, después de ser elegido senador en octubre de 2001, amenazó con hacer un bloque aparte si el sanjuanino no abandonaba la conducción que ejercía entonces.
Ahora, ya como presidente provisional del Senado y hombre de confianza de Duhalde, Gioja tendrá un nuevo desafío: amigarse con el matrimonio Kirchner, especialmente con Cristina, su compañera del bloque que le hizo la vida imposible durante todo el 2002 y que muchas veces lo identificó como un remanente "del viejo Senado".
Luis Barrionuevo, en cambio, no cambió de barco. "Están locos, con Kirchner y (Felipe) Solá nos van a querer meter presos a todos", le dijo a un colega.
Para sumar confusión, los santafesinos Roxana Latorre y Oscar Lamberto, dejaron entrever lo que se preveía: que Carlos Reutemann no se pronunciará en la interna del PJ y que dejará en libertad de acción a sus afiliados. Y deslizaron un dato que sutilmente pareció reflejar alguna preferencia: Latorre dijo que "el 90 por ciento" de los votantes de clase baja de su provincia van a votar por Menem. "Dicen que con él al menos tenían para comer", ratificó Lamberto.
En ese momento se sumó al comentario el entrerriano Jorge Busti, que se está por recibir de equilibrista para avanzar con su postulación a gobernador sin pronunciarse firmemente en la interna. "También en mi provincia la mayoría de los campesinos dicen que votan a Menem", admitió, para después confesar que eso "es un problema para mí porque yo estoy muy bien en las encuestas pero el menemismo tiene como candidato a (Augusto) Alasino".
Junto con las cuestiones internas, afloró además en el diálogo entre los legisladores cierto grado de conciencia política. Se habló de la importancia de no fragmentar el bloque porque será necesario un trabajo conjunto cuando la contienda electoral sea cosa del pasado y, tal como ellos prevén, otro justicialista esté en el gobierno.