Año CXXXVI
 Nº 49.749
Rosario,
lunes  10 de
febrero de 2003
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Pequeños emprendedores dan pelea a la crisis y sueñan con exportar desde Firmat
Con créditos pequeños y accesibles de un programa nacional se desarrollan proyectos basados en el asociativismo

Silvia Carafa / La Capital

Firmat. - Con el respaldo de un programa nacional, desde la Municipalidad firmatense se financian emprendimientos que apuntalan un sector que no siempre encuentra lugar en los planes de ayuda. Se trata de una franja no bancarizada, pero con más expectativas que los microcréditos que facilita el Banco Solidario. Son familias de clase media que tienen capital social y cultural, pero que con la crisis perdieron recursos económicos. Ahora, sobre la base del asociativismo productivo buscan complementar sus ingresos a través de actividades diferenciadas o alternativas.
El programa se llama Redes y funciona en la Municipalidad de Firmat desde hace dos años por un convenio firmado con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. A través del mismo se financian 25 pequeños emprendimientos productivos con capacitación en gestión empresarial y desarrollo local. Las actividades elegidas son: una fábrica de escobas, otra de juguetes de madera y diversos proyectos de avicultura, horticultura, granjas ecológicas, galvanoplastia ecológica (bijouterie), cultivo de hierbas aromáticas, lombricultura, una fábrica de trofeos, un taller de herrería artística y serigrafía, entre otras.
Las últimas iniciativas contemplan el cultivo de gírgola, un hongo que -dicen- le dará batalla al champiñón, y a la producción intensiva de caracoles (helicicultura). Se trata de experiencias asociativas para la exportación y tienen la ventaja de estar monitoreadas por los organismos oficiales que apoyan a la producción.
"Esta experiencia es tomada como referente de producción alternativa y se espera que en este semestre se haga la primera exportación a Europa", explicó el responsable regional del proyecto, Gabriel García.
El sistema se basa en créditos que van de 2.000 a 6.000 pesos, con un interés del 6% anual sobre saldo, un rasgo inédito en la banca tradicional en la que, por otra parte, estos emprendedores no calificarían para obtener un préstamo. Sin embargo, los proyectos que pueden sostener con este programa son de mayor envergadura que los movilizados por los bancos solidarios.
En Firmat, el programa arrancó con un fondo de 100 mil pesos que aportó el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, con una contraparte municipal de 30 mil pesos. Se trata de un mecanismo solidario donde el recupero de los créditos se aplica a nuevos beneficiarios.
El programa está bajo la órbita de la Secretaría de la Producción municipal y en los últimos meses se documentó su evolución a través de un video. La cinta refleja el testimonio de los emprendedores y se proyectará en distintas fundaciones de Buenos Aires y en la Universidad de Quilmes.
No fueron pocas las peripecias que afrontaron los beneficiarios en los dos últimos años. "Algunos de los emprendimientos se vieron perjudicados por las condiciones desfavorables del clima, pero pusieron tanto empeño que pudieron paliar la situación y lograron salir adelante", dijo Raúl Piteti, integrante de Redes Firmat, que a nivel regional se extiende a localidades vecinas.

Esperanzas en acción
"Teníamos un plan Trabajar y nos comentaron que estaban dando préstamos. Tomamos la capacitación y nos prestaron la plata para poner nuestra propia fábrica de escobas", explicó Andrea Velázquez. Para Juan Yeri, que hace horticultura, el crédito de Redes fue fundamental para comprar las herramientas básicas.
"Nuestra pretensión es incorporar gente al proyecto, además de lograr nuestro sustento. Medianamente vamos bien, hacemos milanesas de soja distintas a las que se comercializan en el mercado; con el grano y no con la harina", comentó Pagani.
"Esto pretende ser una granja, acá hay un buen mercado para producto de quinta", aseguró Carlos Montanaro desde un predio reluciente de hojas verdes. Para Agustín Secreto, que con el crédito montó una pequeña empresa de hidrolavado, lo más importante es la capacitación que brinda el proyecto. "Pese a tener mucho tiempo en el oficio hay cosas que uno debe replantearse", acotó. Por su parte, el capacitador Martín Olavarría explicó que la gran cantidad de participantes enriqueció los cursos.
Los emprendimientos en marcha se complementan con fabricación de trofeos, producción de huevos, engorde de terneros, una fábrica de juguetes de madera y herrería artística, entre otros rubros.
Trabajan en familia, aprovechan terrenos o galponcitos que tienen a mano, colocan sus producciones entre vecinos, amigos y en pueblos de la zona. Para salir adelante tuvieron que afilar el ingenio más de una vez y aprender a trabajar en equipo. También capitalizaron una experiencia singular: analizar ideas propias y ajenas a la hora de pensar en la factibilidad de los proyectos.


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