El juez federal Norberto Oyarbide adelantó ayer que podría ordenar un careo entre el ex presidente Fernando de la Rúa y el ex ministro Nicolás Gallo en la causa por un supuesto complot en la caída del gobierno de la Alianza, al tiempo que afirmó que citará a declarar al empresario Alfredo Coto y al embajador argentino en Suiza, Guillermo González.
Oyarbide ratificó que una eventual citación del presidente Eduardo Duhalde y del líder radical Raúl Alfonsín "es una posibilidad que no hay que descartar".
El magistrado volvió a advertir asimismo que se investigará si hubo falso testimonio en la declaración de algunos testigos, entre ellos el propio De la Rúa, al sostener que "tengo la sensación de que hay como reserva en lo que se ha dicho".
La semana pasada, el ex presidente le dijo a Oyarbide que Duhalde le confió, cuatro meses antes de su dimisión, que en diciembre del 2001 sería presidente de la Nación.
Según su declaración, el ex jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), Hugo Anzorreguy, también comentó de esos planes a Nicolás Gallo, quien deberá presentarse a declarar el próximo jueves.
"Si Gallo llegara a decir que él tampoco dijo nada (sobre esos supuestos planes) no lo quepa la menor duda que voy a hacer un careo entre De la Rúa y Gallo, eso desde ya se lo anticipo", advirtió el juez.
Comunicación desesperada
Además, adelantó que "lo he citado también al señor (Alfredo) Coto (dueño de una cadena de supermercados que sufrió saqueos el 19 y 20 de diciembre de 2001) porque el señor De la Rúa menciona que tuvo una comunicación desesperada y creo que va a ser de valor también para la investigación".
En esa línea, reveló que "el tribunal está muy abocado a conseguir el testimonio del embajador (argentino) en Suiza, (Guillermo) González, que se dijo habría estado también en la reunión" citada por De la Rúa.
La supuesta conspiración que menciona De la Rúa habría sido, según su denuncia, impulsada por el peronismo bonaerense y un sector del radicalismo alineado con Alfonsín.
Oyarbide volvió a quejarse de que algunos de los cientos de testimonios recogidos en la causa "deberían haberse expresado tal vez con mayor eficiencia".
"Si el día de mañana llego a verificar lo que hoy es una sensación y se convierte en una circunstancia acabadamente comprobada dentro de la causa, se investigará el delito de falso testimonio", avisó.