El seleccionado argentino de fútbol, conformado por jugadores que se desempeñan en el medio local, derrotó ayer por 1-0 pero sin sobresaltos a un Estados Unidos sin ideas en el Orange Bowl de Miami y cerró con tres triunfos en otras tantas presentaciones su gira por Centro y Norte América. El volante de River Plate, Luis González, anotó el gol a los 8 minutos del primer período con un toque de emboquillada tras una lucida combinación a la carrera con Andrés D'Alessandro. Resultó el toque de justicia para el mejor equipo, que no tuvo brillo pero fue muy superior a su oponente. Gabriel Milito, bien secundado por Ariel Garcé, marcando el compás en una defensa que fue poco exigida; Luis González, de lo más rendidor en el medio y el primer tiempo de Andrés D'Alessandro sobresalieron en la producción de los dirigidos por Marcelo Bielsa. D'Alessandro, que estaba amonestado desde la primera etapa por un foul de atrás, fue expulsado en el último minuto del partido cuando cayó dentro del área derribado por Pablo Mastroeni, jugada que el árbitro guatemalteco Carlos Bátres González penó con tarjeta amarilla al argentino por entender que había simulado la falta. Con la formación de jugadores locales Argentina se anotó tres triunfos en su gira: 3-1 ante Honduras en San Pedro Sula, 1-0 contra México en Los Angeles y 1-0 frente a Estados Unidos en Miami. El próximo miércoles, Argentina, en ese caso con una alineación base de futbolistas que militan en el exterior, se presentará en Amsterdam en otro amistoso ante Holanda. Argentina jugó un primer cuarto de hora prometedor, con toque y movilidad a partir de la zurda de D'Alessandro, con predominio neto en el medio, porque al armador de River se le agregaban criteriosamente Luis González y Pablo Guiñazú. Después de una aproximación al gol de Diego Milito, llegó a los 8 minutos la apertura del marcador para Argentina, con un golazo de Luis González. El mismo Lucho la inició en el medio de la cancha al aprovechar un hueco que le dejó Diego Milito al desmarcarse. Cedió de zurda a D'Alessandro que apareció en posición de nueve retrasado, y éste, también de zurda, a la carrera, la tocó a la izquierda para la entrada diagonal de Luis González que, desde fuera del área, la picó por encima del arquero. Golazo. A pesar de la ventaja, Argentina siguió predominando ante un rival sin ideas. Gabriel Milito, con sus anticipos, marcó el pulso desde el fondo y D'Alessandro siguió armando juego aunque con tendencia a repetirse, lo que hizo decaer la producción albiceleste en la segunda mitad de la etapa. Los locales llegaron poco y nada, con algún remate de media distancia, pero por primera vez encuadraron el arco allá por los 37 minutos cuando un muy poco utilizado Saja debió bloquear en dos tiempos un largo remate de Donovan. En el segundo tiempo, Argentina resignó algo de brillo en el juego pero, como contrapartida, pareció ganar potencia en los últimos metros con el ingreso de César Carignano, mientras Diego Milito se corría como extremo derecho y potenciaba su accionar. Un cabezazo de Gabriel Milito dio en un palo y Carignano arañó el gol, antes de los 10 minutos. A los 17, Guiñazú envió un centro desde la izquierda, Garcé, entrando por sorpresa, la bajó de pecho en el área, pero cuando se aprestaba a definir fue despojado justo por Beasley. Y en la secuencia siguiente, tras un desborde por la derecha de D'Alessandro, Carignano tuvo el segundo, pero su tiro fue arañado por el arquero y tocó un poste antes de salir desviado. Fue un espejismo y pasó pronto. Estados Unidos ajustó las marcas y Argentina ya no apareció. En los últimos minutos, los locales pretendieron presionar, pero no inquietaron a una siempre segura defensa argentina que respaldó el triunfo.
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