Año CXXXVI
 Nº 49.748
Rosario,
domingo  09 de
febrero de 2003
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Lito Cruz y Rodolfo Ranni revelan la intimidad de la tira de Canal 9
"Malandras": Un drama barrial con ritmo de murga
Los actores subrayaron que el programa es sólo una ficción y no tiene pretensión testimonial

Rodolfo Bella / Escenario

"Malandras" tiene algo de siniestro, en el sentido que le dio el psicoanálisis a esa palabra: aquello cotidiano que produce extrañamiento. Ese rasgo aparece por contraste: la tira tiene un perfil costumbrista, barrial y familiar, sólo que las cabezas de familia transitan el límite entre la legalidad y la ilegalidad, donde el crimen es una opción más. Todo eso sin perder el buen humor y el romance, como en los momentos mejor inspirados de Quentin Tarantino. La musiquita murguera de Bersuit Vergarabat no hace más que acentuar esas características .
Rodolfo Ranni y Lito Cruz, los dos protagonistas de la tira, contaron a La Capital sus puntos de vista sobre un producto que, si bien reproduce el enfrentamiento familiar perpetuado por "Romeo y Julieta", de William Shakespeare, es original desde varios puntos de vista.
La mirada de los creadores, Alejandro y Sebastián Borensztein, trastocó algunos códigos considerados certezas en el género: el eje de la tira ya no es el conflicto de una pareja, sino el de dos hombres, que, con personalidades de aristas extremas, permanecen unidos por un rencor en cuyo sedimento hay una amistad malograda por una traición.
Toto Bertolotti (Cruz), y Héctor Ordóñez (Ranni), desprecian a la ley, o directamente cortejan a la delincuencia, con la impunidad de su lado; los protagonistas son galanes maduros, con lo cual también la juventud como valor supremo cedió su lugar de privilegio y, de paso, capta a una franja de la audiencia que conoce la trayectoria de Cruz y Ranni y que valora su performance actoral.
Mientras, las subtramas están condicionadas por el enfrentamiento de sus protagonistas, y si bien la violencia y la delincuencia menor y cotidiana está reflejada, la tira no pretende tener un carácter testimonial ni intenta mostrar con fidelidad la actualidad.
Ranni, un magnífico intérprete para Ordóñez, un mafioso con el desborde violento agazapado detrás de los ojos, le dio a su personaje la mesura necesaria para que por momentos el espectador pueda identificar algún rasgo de humanidad extraviado en su furia contenida. Para el actor, el programa no es un testimonio fiel de la realidad. Es más, se mostró crítico con ese tipo de enfoque.

Al límite de la ley
"Es un programa de ficción -dijo el actor- con situaciones realmente extraordinarias y pienso que es creíble precisamente porque las cosas pasan por la ficción. Personalmente, lo testimonial lo tomo con pinzas y mucho no lo creo". Y ejemplificó: "Cuando quieren mostrar lo que pasa en una cárcel, pero la realidad siempre supera a la ficción. Si uno quiere hablar de la realidad, siempre lo tiene que pasar por lo artístico y lo ficcional, si no, no es creíble. Creo que para eso están los noticieros y los documentales".
Cruz, un intérprete que captó con sutileza las características del avivado criollo, consideró que los malandras de la familia de Toto, su personaje, describen algunas tipologías sociales propias de la idiosincrasia argentina: "Mucho del malandraje que hacen tiene que ver con cierta inocencia, no hay un peligro del otro, pero la gente se identifica con esas cosas, ese vértigo de estar al menos en una parte mínima fuera de la ley".
Sin embargo, ese "fuera de la ley", según el actor, también es transferible a la crónica cotidiana: "Hay una cantidad de gente en Argentina que está en esa franja, desde aquellos que evaden impuestos, hasta los secuestros pequeños o grandes, o los robos menores, que pueden operar con tan absoluta tranquilidad porque parece que la ley no estuviera".
"Eso -añadió- está también como un mensaje, aunque bastante subliminal, en el sentido que hay cierta impunidad". El actor profundizó su idea y explicó: "Creo que el problema de Argentina es que no logró consolidarse como país; las instituciones no tienen el rigor, ni la profesionalidad, ni la excelencia que tienen que tener, y por lo tanto no operan eficientemente y se transforma en la posibilidad de la impunidad para aquellos que están vinculados al delito, sea cual sea su gravedad".
Por su parte, Ranni consideró que este tipo de personajes no son patrimonio de la actualidad, ni de Argentina: "No creo que sean de este momento del país. Esos personajes existieron siempre en todo lugar. Cada personaje tiene su verdad, según quien lo interprete, pero de ninguna manera está planteando una realidad en el país, sino que forman parte de una determinada fauna ciudadana, y todo lo que, como en este caso, pasa en Buenos Aires, puede estar pasando en Rosario".
Para el actor, el énfasis pasa por las relaciones interpersonales: "Lo importante son los vínculos humanos. Si uno ve películas italianas situadas en Nápoles, podría decir que los personajes de «Malandras» son napolitanos. No es nuestra intención mostrar una realidad".
Las relaciones más cercanas de los personajes no podían ser ajenas a los actores. La mecánica de trabajo incluye un riguroso programa de ensayos y charlas previas antes del rodaje para afianzar los textos. En el caso de Toto y Ordóñez, los actores acordaron que era necesario que la actual enemistad estuviese atravesada por el reflejo de la antigua camaradería.
"El dolor de esa ruptura de la amistad está permanentemente presente en la enemistad -explicó Cruz-. Eso lo hablamos permanentemente con el Tano, y en realidad el afecto que nos tenemos tiene que estar filtrándose en medio de la pelea. Da la impresión que jamás se pegarían, pero está por verse".
Según Ranni, sólo el respeto permite un vínculo como el de Toto y Ordóñez: "Esencialmente -coincidió Ranni- son dos amigos que se tienen un gran respeto y se tratan mal porque únicamente personas que son muy amigas se puede tratar muy mal. En general a los enemigos directamente no los trata. Sobre todo este tipo de personajes que a los enemigos los mata con la indiferencia, tal vez los mata también de otra manera", bromeó el actor.
"Trabajamos en común en todo -completó Cruz-. Tenemos un gran oficio y cada uno de nosotros tiene más de cuarenta años de teatro. La relación es estupenda, y ya tuvimos una experiencia muy buena juntos en «Zona de riesgo» donde él hacia un sacerdote y yo el Chancho Bermúdez".

Un arduo trabajo diario
Los hermanos Alejandro y Sebastián Borensztein, creadores también de los unitarios "Tiempo final" y "El garante", dieron un nuevo enfoque a su trabajo de ficción sin perder estilo, sólo que esta vez abandonaron el unitario y se lanzaron a conquistar el espacio de la tira diaria. En su horario compiten con "Resistiré", la novela de Telefé, con Celeste Cid y Pablo Echarri.
El trabajo diario, la competencia y el rating no son un inconveniente para Ranni y Cruz. Al contrario, la gran alegría de los actores es el nuevo impulso que suma "Malandras" a la ficción. "Parece que en algún momento la rueda de la ficción se hubiese parado y está en nosotros saber aprovecharla -consideró Ranni-. Creo que entre febrero y marzo, el Canal 9 será el que hará la apuesta más grande en ese sentido".
En efecto, son varios los programas que el canal de Hadad tiene previsto lanzar durante febrero y marzo (ver aparte).
"Estamos en un canal con una pantalla fría, donde todas las noches tenemos que empezar de cero -reconoció Ranni-. Creo que la pantalla se va a calentar a partir de que lleguen los otros programas y tendrá un encendido aceptable, cosa que ahora no tiene. Nosotros, con 8 ó 9 puntos, saltamos en una pata, porque para las circunstancias de este momento es algo extraordinario".
Ranni y Cruz aseguraron que las mediciones no significan una presión: "En este momento no las tenemos, por eso estamos muy contentos con 8 puntos. Veremos qué pasa cuando estemos todos en el aire. Supongo que ahí se verá el que funciona más o menos y seguramente las exigencias pesarán, pero por el momento estamos tranquilos", estimó el intérprete de Ordóñez.
Por su parte, Cruz aseguró que directamente ignora las mediciones: "Ni nos enteramos. Por supuesto que hay que gente que está abocada a eso porque tiene que ver con el negocio, pero nosotros no entramos en el mundo del negocio porque afecta tu trabajo, tanto si sos exitoso, como si te parece que no lo sos".
Los dos actores coincidieron en subrayar que la televisión está registrando un giro positivo, que, según Cruz, está relegando la "hipnosis por la reflexión crítica y lo que provoca en última instancia es dejar el camino libre a la imaginación".



Cruz y Ranni son Toto Bertolotti y Héctor Ordóñez.
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