Murgas y comparsas sacudieron la zona sur

Y siga, siga, siga, siga el baile. Los vecinos de la zona sur se dieron cita ayer en la plaza Las Heras (Regimiento 11, Avenida del Rosario y Bermúdez) para celebrar el segundo encuentro de los Carnavales Populares Participativos 2003. Ocho murgas y seis comparsas, cuerpos en movimiento, mucha batucada, plumas y brillantina le pusieron ritmo y color a la fiesta.
Un corte de luz y algunos problemas con el traslado de los grupos demoró el comienzo de la fiesta casi dos horas. Pero la espera valió la pena y cuando eran las 23 arrancó la comparsa Costa Esperanza.
Murgas y comparsas desfilaron por Avenida del Rosario para tomar la plaza después de atravesar Bermúdez. En esa esquina, presentaban casa pasada dos locutores desesperados por conseguir que los vecinos no se avalanzara sobre los pasistas y los dejara bailar. Es que la gente estaba deseosa de ver los números.
Por ahí pasaron los grupos, como la comparsa El Circo, con su reina (Marisol) trasladada por una camioneta, o la comparsa Ara Nixu, con sus bailarinas emplumadas y sus varones cubiertos con pecheras brillantes.
Sobre la vereda, las agrupaciones comunitarias vendían sus productos. Allí estaban, entre otras, La Colmena, con sus dulces artesanales, el comedor Segovia, con sus cajas de cartón pintadas, y la local Radio Musto, que no se cansó de vender las empanadas.
Y entre el público no faltó la gente que cayó con sus reposeras a cuestas y vio el espectáculo como desde una platea.
Fue la murga Matadero Sur la encargada de cerrar el desfile. Este grupo, al que le tocó jugar de local, marchó con su canción propia, un tango que empieza identificando sus inicios: "Señores llega la murga, préstenme mucha atención, nos llamamos Matadero, nacimos en un corralón".
Se calcula que unas 600 personas estuvieron en escena. Y aunque resulta bastante más difícil establecer cuánta gente hubo en total, los murguistas de zona sur aseguraron que había más gente que la primera vez, cuando en la explanada del Centro de Distrito Oeste se juntaron cerca de 3 mil personas.
"Rosario no hubiese tenido este año carnavales si no hubiese sido por un par de locos que dijimos que debía tenerlos, y organizados desde los barrios", aseguró Manuel Cassano, el alma mater de estos carnavales, que el sábado próximo se reunirán en Costa Alta.