Año CXXXVI
 Nº 49.748
Rosario,
domingo  09 de
febrero de 2003
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Un estadounidense quiere cruzar el Pacífico en una balsa de juncos
La nave, de 16 toneladas, deberá soportar la travesía entre Chile y Australia

El estadounidense Phil Buck se pavonea descalzo sobre una balsa construida con 16 toneladas de juncos y afirma que se trata del "barco más seguro inventado por el hombre". De hecho, Buck y una variopinta tripulación de ocho miembros planea navegar en la primitiva embarcación, que aún se construye en una playa chilena, desde el sur de América a Australia, para convertirse en el primer hombre en cruzar el océano Pacífico usando la más vieja de las tecnologías marítimas.
Ellos planean zarpar de Chile el 22 de este mes y esperan llegar seis meses después a Sydney, ubicada a 18.300 kilómetros, antes de que el barco absorba demasiada agua y se hunda.
"Esta es una carrera contra el tiempo porque este bote podría eventualmente naufragar, pero yo estoy confiado en que vamos a llegar a Australia", dijo Buck, mientras supervisaba los últimos detalles del barco de 18 metros de largo.
La nave, llamada Viracocha II o "dios solar" en lengua aymará, recrea la forma de una vasija utilizada por las civilizaciones preincaicas del lago Titicaca en Bolivia y Perú.
Buck, un reconocido biólogo de fauna silvestre de Massachusetts, cree firmemente que esas culturas eran capaces de navegar en alta mar y que incluso pueden haber colonizado la isla de Pascua y otras partes de la Polinesia.
Su propuesta choca con la teoría predominante de que fueron hombres de Asia quienes llegaron por primera vez a las islas del sur del Océano Pacífico.
"Esta embarcación es incluso más segura que ese barco que se ve ahí", dice apuntando un petrolero que navega en aguas cercanas. "Nadie ha testeado la verdadera habilidad de estos barcos. No estoy tratando de probar que Sudamérica era lo primero al alcance de la Polinesia. Sólo estamos tratando de mostrar que es posible que ellos hayan venido a estas islas, tal vez antes, tal vez después", agregó.

Bajo la sombra del Kon Tiki
Buck lideró el primer viaje exitoso por mar en un bote de junco desde el territorio continental de Chile hacia isla de Pascua, que recorrió unos 4.580 kilómetros en el año 2000.
El viaje fue calificado como un progreso científico por Thor Heyerdahl, el explorador noruego cuya famosa expedición Kon Tiki en 1974 inspiró a la Viracocha.
En esta segunda expedición, hasta el más grande de los escépticos es optimista. "La primera vez que ellos intentaron esto, teníamos nuestras dudas", comentó Daniel Sarazosa, capitán de marina del puerto de Valparaíso. "Ahora estamos confiados en que esto va a funcionar".
La marina chilena monitoreará a la Viracocha a través de una señal satelital. Los mayores peligros son las tormentas que podrían romper el casco del barco o hundirlo prematuramente.
La tripulación de la embarcación comerá, principalmente, peces recogidos en el trayecto y también provisiones que se están acumulando desde ya. El grupo ha calculado que cada tripulante utilizará tres litros de agua por día.
Ellos se refugiarán en una pequeña cabaña de madera adherida a la plataforma de junco que además lleva dos mástiles. Los tripulantes van desde un traductor alemán de 26 años hasta un constructor de barcos boliviano de 47 años. También irá un chileno, un hombre de negocios americano y un biólogo ítalo-francés con intereses en la fotografía.
Sólo uno es un marino certificado, mientras que el resto no tiene otra calificación que su deseo de aventura.
La organización de Buck, Xplora International, dedicada a entregar presentaciones multimedia a estudiantes, se comunicará por correo electrónico a varios países durante la expedición transmitiendo fotografías y videos a través de su sitio www.xplorainternational.com.

Cosechando juncos
Para ayudar a construir la embarcación de junco, completamente hecha a mano, Buch contrató a dos familias del lago Titicaca, famosas por su artesanía que se ha transmitido durante generaciones.
Máximo Catari, muy cerca de su cumpleaños número 60, se queja de sus doloridos músculos mientras da tirones a una cuerda de cáñamo que sujetará el casco de juncos.
Catari cosechaba sobre un millón de juncos de totora desde las orillas del Titicaca en septiembre del año pasado. El fue atraído entonces a un equipo con miembros de Estados Unidos, Francia, Chile y Bolivia.
Buck cree que los marinos primitivos pueden haber cultivado juncos en zonas aledañas a la costa del Pacífico o podrían haberlo transportado desde el lago Titicaca hasta la orilla del mar. (Reuters)



Buck al lado de la nave que casi está terminada.
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