El ministro de Economía, Roberto Lavagna, se despidió ayer de Washington reclamando a empresarios y banqueros "menos prejuicios" frente a la situación argentina, para otorgarle al próximo gobierno un mayor margen de maniobra.
"Por favor concéntrense en los hechos e ignoren ideas preconcebidas. Esta es la manera de ayudar a la nueva administración, cualquiera sea el partido que asuma en mayo", pidió Lavagna a medio centenar de empresarios, banqueros y funcionarios estadounidenses reunidos en la Cámara de Comercio.
El ministro enumeró ante ese auditorio los progresos que el país hizo el último año pese a la semi paralización de su economía, y sugirió que tenía más libertad para hablar tras haber cerrado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en enero y acercarse al final de su mandato.
"El mensaje que estoy tratando de dejar es pedirles que comprendan la situación argentina con menos prejuicios, concentrándose en la realidad, y dándole a la nueva administración suficiente espacio" para que puedan hacer un buen trabajo, insistió.
Lavagna aseguró que "Argentina, sola, sin ningún tipo de ayuda y haciendo pagos netos de casi 4.500 millones de dólares a las instituciones financieras internacionales, logró estabilizarse y reanudar el crecimiento (con una estimación moderada de crecimiento de 3,6 por ciento del Producto Bruto Interno para 2003), por lo cual aún mejores resultados pueden esperarse para los próximos cuatro años".
Un caso único en la historia
"Me pregunto si hay otra experiencia en la historia económica mundial reciente de una economía que haga pagos a las instituciones financieras internacionales de casi 3 por ciento de su PBI cuando está en caída libre", afirmó.
Por eso, agregó el titular del Palacio de Hacienda, "es que a veces creemos injustas algunas ideas (...) que señalan que Argentina estaba chantajeando a las instituciones financieras", en referencia a la determinación del gobierno de Eduardo Duhalde de no afrontar nuevos vencimientos de la deuda con reservas hasta conseguir un acuerdo con el FMI.
"Argentina no estaba chantajeando; estaba preparada a cumplir con sus compromisos", aseguró, recordando que el país pagó el año pasado tres veces más dinero al FMI, el Banco Mundial y al BID de lo que invirtió en sus programas sociales.
Lavagna cerró así su viaje de tres días a Washington, en donde mantuvo entrevistas con el flamante secretario estadounidense del Tesoro, John Snow, y con la cúpula del Fondo Monetario Internacional (FMI), incluidos la vicedirectora gerente, Anne Krueger; y una cena con el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Anoop Singh.
El mensaje pronunciado ayer ante los empresarios y banqueros estadounidenses es el mismo que el ministro presentó a Snow y a Krueger a quienes pidió "margen de maniobra" para el próximo gobierno.
Ayer, tras las reuniones con Snow, Krueger y Singh, Lavagna aseguró "no estar negociando nada". El encuentro con la cúpula del FMI se produjo en el primer viaje de Lavagna a Washington luego del acuerdo alcanzado con el organismo multilateral de crédito en enero pasado que le permitió al gobierno refinanciar los vencimientos que operan hasta agosto próximo.
Por otra parte, el ministro compartió una cena anoche en la residencia del embajador Eduardo Amadeo, de la que participaron además de Lavagna y el anfitrión, el director Senior del Consejo de Seguridad Nacional para Asuntos del Hemisferio Occidental y Asistente Especial del presidente Bush, John Maisto; la subsecretaria del Tesoro, Nancy Lee; y el enviado especial del presidente Bush para iniciativas en el Hemisferio Occidental, Otto Reich.
Según trascendió, en el encuentro se analizaron cuestiones vinculadas con el futuro del sistema financiero internacional, las relaciones comerciales entre Alca y Mercosur y las políticas agropecuarias.
Viaje con saldo favorable
Como saldo de su visita a la capital estadounidense, el ministro trae además en sus alforjas la aprobación de créditos por 2.000 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (ver recuadro), la confirmación del Banco Mundial de que seguirá trabajando con el país y la sorpresiva noticia de que el FMI iniciará una autoinvestigación sobre su papel en la Argentina, particularmente en los años 2000 y 2001.