El ministro de Salud de Santa Fe, Fernando Bondesío, celebró la orden del intendente Hermes Binner a sus funcionarios de dialogar con la provincia para integrar ambos sistemas sanitarios, y el reto para que dejen de hacer "medicina espectáculo con la sala de trasplante de médula ósea" del Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
"Fue la orden directa más realista que pudo haber dado", opinó Bondesío sobre la actitud del intendente, frente a La Capital. Y agregó que Binner, en su última aparición, hizo público "un pensamiento con el que coincido".
"En medicina, como en la vida -explicó Bondesío-, los milagros son cotidianos y pasan por la atención de un parto o salvar la vida de un bebé desnutrido; están en las guardias, los dispensarios, las ambulancias, en el servicio permanente, en definitiva".
Para el ministro de Salud "los aparatos de alta complejidad, si se los puede tener, mejor; pero no son los únicos que nos van a salvar en el socorro a la población. Creo que eso es lo que está diciendo Binner: que los éxitos en medicina son cotidianos y dependen en su mayoría de un montón de gente anónima".
Binner, según lo publicado ayer, en un punto dijo: "Esto es una crítica al área de Salud del municipio, donde creo que es un error plantear al trasplante de médula osea como parte de la medicina espectáculo. La salud es una pirámide desde la menor a la mayor complejidad".
Palabras explosivas
Las palabras del intendente sorprendieron al ser leídas. Primero, por lo expreso de la autocrítica, y segundo porque fue casi al cierre de 10 días en que su secretario de Salud, Miguel Cappiello, decidió librar una batalla con el ministro Bondesío, de la que salió mal parado.
Cappiello había arrancado diciendo que el seguro provincial de salud era "una estafa". Pero calló tan pronto se enteró que Bondesío le replicó con una catarata ("Si me piden plata, le paso una aplanadora al nuevo Heca"; "no saben qué hacer con la basura y Binner se baña en medio de los soretes de La Florida"; "es evidente que hay un operativo político del cual Cappiello, que es un buenudo, es la mortadela del sandwich", dijo entre otras cosas).
Justamente en todo este contexto un concejal del propio riñón oficialista analizó ayer las palabras de Binner: "Quiso salir del lío poniéndose por afuera, como responsabilizando únicamente a los funcionarios subalternos de una pelea que los desairó".
¿Pero éstos salieron a pelearlo a Bondesío sin que Binner lo supiera?, preguntó La Capital. "Difícil; en ese caso ya estarían bajados de los cargos. Se tienen que aguantar unos días, hacer silencio, después todo se olvida".
En testimonios para todos los gustos, otros hacían análisis diferentes. Fue así que se escuchó de un concejal opositor: "Todo es muy raro. Si Binner ve que sus funcionarios le están errando, los llama y corrige la línea. Pero retarlos en público, perteneciendo todos al PSP, ¿quién lo entiende?".
En esa dirección, el interlocutor aventuró que podría tratarse de un mensaje dirigido al frente interno del socialismo del que todo el mundo sabe tiene bien perfiladas dos líneas; una que se recuesta sobre Binner (y Juan Carlos Zabalza y Antonio Bonfatti) y otra sobre el diputado nacional Rubén Giustinianni, conocida como La Familia.
"Pero el área de Salud es tropa propia de Binner; no como Obras Públicas o Promoción Social. Es por eso que todo es más extraño aún", expresó el concejal que decía conocer el paño como si fuera propio.