Luego de siete años sin que se concretaran exportaciones de carne de conejo producida en Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que durante el año 2002 se certificaron envíos de conejos por 124 toneladas de carne fresca y muestras comerciales de menudencias y vísceras por un total de 491.000 dólares.
El principal destino para la carnes frescas de conejo fue España, hacia donde se computaron envíos por 93 toneladas y un valor de 375.000 dólares.
Autoridades del organismo indicaron que también se habían exportado, en el mismo período, 31 toneladas de este producto con destino a territorio australiano, por un monto total de 93 mil dólares.
Además, la autoridad sanitaria registró ventas externas del rubro a Brasil, con exportaciones a ese mercado de una tonelada de menudencias y vísceras de conejo por 23 mil dólares.
La nueva demanda
Paralelamente el Senasa confirmó que ha recibido solicitudes para exportar carne de conejo doméstico a mercados de alta exigencia como es el de los Estados Unidos, que no registra antecedentes de envío.
Para este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, dado que no debe conllevar ningún riesgo sanitario y contar con una calidad microbiológica óptima.
En ese contexto, los técnicos del ente sanitario nacional explicaron que los cortes cárnicos de la especie se envasan "individualmente en envases primarios de polietileno y el conjunto en unidades de cartón", identificadas, en todos los casos, con el logo del Senasa y de la Unión Europea.
Estos requisitos se enmarcan en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que estipulan los países importadores del bloque para estas carnes.
Además, las plantas frigoríficas que se habilitan para producir carnes de conejo doméstico procesada y con destino a loa exportación, deben aplicar un estricto control de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) que son exigidas por el Senasa, en cumplimiento de requisitos exigidos por la UE.
La Ciudad
