Para conocer el potencial productivo, como así también la adaptación a la zona de los materiales de especies forrajeras de invierno, desde el año 1970 se conducen en el Inta Marcos Juárez ensayos comparativos de rendimiento de forraje con participación de cultivares y líneas avanzadas obtenidas en los centros de mejoramiento genético.
El déficit de producción invernal de forraje fresco de las pasturas semipermanentes constituye uno de los obstáculos más importantes que deben superarse mediante una adecuada planificación forrajera, pero puede ser atenuado o resuelto mediante diferentes alternativas.
La creciente utilización de cultivares de alfalfa sin latencia y la confección de reservas a partir de los excedentes de primavera han contribuido decisivamente a reducir el clásico bache estacional de oferta de forraje.
No obstante esto, los planteos de producción con requerimientos relativamente altos y constantes durante el invierno necesitan de la inclusión de una proporción de verdeos en sus cadenas forrajeras para mantener elevada producción individual aún durante la época invernal.
La dependencia de estos recursos forrajeros estacionales adquiere una significación mayor en los sistemas productivos de las zonas subhúmeda y semiárida.
Por otro lado, el aumento de la receptividad invernal que puede lograrse con la inclusión de verdeos invernales en el planteo forrajero permite llegar a la primavera con una mayor dotación de animales, requisito básico para una mejor eficiencia de cosecha de los recursos perennes de la cadena de pastoreo. Además del rendimiento total de forraje, parámetro fuertemente determinante en la elección de un cultivar, otros aspectos como la distribución y calidad del forraje, el hábito de crecimiento, la capacidad de rebrote y tolerancia a plagas, heladas y enfermedades deben ser valorados en esta decisión.
Las enfermedades foliares como la roya de la hoja (P. coronata) así como la roya del tallo (P. graminis) afectan el rendimiento y calidad del forraje y grano. Si bien la intensidad del ataque está ligada a la susceptibilidad varietal, las condiciones ambientales pueden aumentar la severidad del daño producido. Ante condiciones climáticas favorables, los ataques suelen adquirir mayor intensidad en cultivos implantados en suelos con altos niveles de fertilidad.
Ensayos
Técnicos del área de Producción Animal del Inta Marcos Juárez han recopilado en una publicación los resultados de los ensayos de las últimas tres campañas en avena, centeno, triticale y raigrás anual, actualizando el conocimiento del panorama varietal y el comportamiento productivo de estas especies.
Para determinar la producción de los materiales de avena, centeno, y triticale se utilizó una metodología restringida a la realización de sólo tres cortes, en un período total de 140-150 días entre la siembra y último corte.
Apuntan no obstante los especialistas del INTA que resulta factible lograr un cuarto crecimiento cuya producción puede aportar un 10-20% más de forraje, extendiendo el período de utilización por 25-35 días. Sin embargo recuerdan que debe tenerse presente que en condiciones prácticas, en los sistemas predominantemente agrícolas, pocas veces puede disponerse de este cuarto aprovechamiento dada la temprana competencia por el uso del suelo que establecen los cultivos agrícolas de verano. Por su parte, los cultivares de raigrás anual, al tener un período de crecimiento más extendido, fueron evaluados en cuatro cortes, pudiendo aportar uno o dos rebrotes más si la modalidad de uso del sistema así lo requiere.
Los más rendidores
En el panorama general de los ensayos los resultados destacan la alta producción de los cultivares de avena Bonaerense Inta Calén, Aurora Inta y Pilar Inta -que repitieron el buen desempeño registrado en años anteriores-, en condiciones climáticas diferentes.
Estos materiales, junto a Millauquén Inta, tuvieron la mayor estabilidad en la producción durante el ciclo de crecimiento.
En centeno, los materiales Don Guillermo Inta, Don Enrique Inta y Naicó Inta se comportaron como los de mayor producción y estabilidad en la entrega de forraje a lo largo del ciclo.
Igual que en años anteriores, los cultivares de triticale Yagán Inta y Tehuelche Inta, seguidos de Quiñé UNRC y Genú UNRC, fueron los materiales más productivos de la especie con una excelente curva de distribución de la producción, especialmente en los dos primeros.
Por su parte Bisonte, Bill, Abundant y Tetragold fueron los materiales de raigrás anual que mostraron el mayor rendimiento en los tres años, resaltando también el buen comportamiento productivo del cultivar Barturbo en el año 2002.
En líneas generales, y de acuerdo a el análisis de los técnicos del Inta Marcos Juárez existe un amplio panorama de opciones para la elección de especies y cultivares de cereales forrajeros invernales, cuya diversidad en el comportamiento permite decidir la incorporación de los más adecuados para cada cadena forrajera, logrando verdeos de elevado rendimiento de forraje que a la vez otorguen estabilidad a la oferta forrajera de cada sistema productivo.