El gobierno nacional prorrogó el estado de desastre agropecuario en 30 departamentos ubicados en Santa Fe, Córdoba y La Pampa, afectados por temporales, fuertes precipitaciones y adversidades climáticas diversas que comprometieron severamente las producciones rurales en las tres provincias pampeanas.
Así lo informó el gobierno por medio del decreto 184/2003, que lleva la firma del presidente Eduardo Duhalde, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof y los ministros de Interior y Economía, Jorge Matzkin y Roberto Lavagna, respectivamente.
La medida, que regirá por 180 días, beneficia a productores con explotaciones agropecuarias localizadas en 9 (nueve) distritos de La Pampa; 13 (trece) en Córdoba y 6 (seis) en Santa Fe, según consigna la información oficial.
La prórroga para el pago de tributos se extenderá desde el 1 de junio de 2002 hasta el 31 de octubre del mismo año en el caso de Córdoba y La Pampa y desde el 1 de mayo de 2002 hasta el 31 de octubre de 2002 en Santa Fe.
Respecto de las razones que impulsaron la decisión de prorrogar el estado ya vigente de "desastre rural", las máximas autoridades del gobierno indicaron en la resolución correspondiente que pasan por el estado en que aún se encuentran numerosas explotaciones agrícolo-ganaderas y tamberas localizadas en las tres provincias.
El mapa del deterioro
Los departamentos santafesinos contemplados en el decreto presidencial que prorroga el estado de desastre agropecuario son: Rufino, Diego de Alvear, Aarón Castellanos, San Gregorio, Amenábar y Lazzarino del departamento de General López.
Los departamentos pampeanos beneficiados con la prórroga son los siguientes: Realicó, Chapaleufú, Malaco, Trelew, Cohelo, Quemú quemú, Catriló y la capital de la provincia de la Pampa.
En cuanto a las zonas afectadas en Córdoba, se trata de los distritos de Pedanías, Italó, Jagüeles, Cuero y Necochea (departamento de General Roca), La Carlota, Juárez Celman, Amarga, Independencia, San Martín, La Paz, La Cautiva del departamento de Río Cuarto y Loboy del departamento Unión.
En todos los casos, las regiones fueron fuertemente castigadas por precipitaciones intensas, temporales y diversas adversidades climáticas que comprometieron el avance de los cultivos de verano, así como quebrantos en la mayoría de los sembrados, al igual que en las actividades ganaderas y del tambo.
Para poder acceder a las prórrogas impositivas -nacionales, municipales y provinciales-, los chacareros afectados deberán presentar la documentación que acredite el estado de sus explotaciones, ante las autoridades provinciales competentes.
La reglamentación oficial que se conoció hoy especifica que, en caso de que la situación climática muestre variaciones en las regiones afectadas, el plazo de beneficio podrá modificarse, luego de que los casos sean analizados individualmente por las autoridades de la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria.