Parecía un buen negocio. Los camioneros habían recibido una propuesta para comprar una docena de cubiertas nuevas a precio de oferta y aunque al principio tenían dudas terminaron por convencerse. En la mañana del jueves, uno de los choferes fue llevado hasta un galpón de la zona oeste y recién entonces descubrió que había caído en una trampa: un hombre armado con un revólver le sacó el dinero que llevaba encima con el propósito de comprar los neumáticos.
El hecho, que se encuentra denunciado en la comisaría 6ª, trascendió ayer de voceros policiales y reactualiza episodios anteriores en que delincuentes no identificados utilizaron un método hasta ahora infalible para robar: eligen a las víctimas en pueblos vecinos a Rosario, los atraen a la ciudad con el cuento de aprovechar una oferta y finalmente los asaltan. El antecedente más grave ocurrió el pasado 2 de enero, cuando un joven gomero de la localidad de Oliveros, Pablo Ridolfi, fue asesinado tras ser atraído con una oferta de neumáticos a Ovidio Lagos y Mister Ross (ver aparte).
El asesinato de Ridolfi, que por otra parte sigue sin ser esclarecido, pareció haber contenido a los delincuentes que se dedican a robar con el método mencionado. Anteayer, sin embargo, dieron un nuevo golpe, acaso impulsados por la impunidad con la que vienen actuando.
A dúo
En el último caso las víctimas fueron dos camioneros de Bigand, que perdieron a manos de los delincuentes 4.500 pesos y 1.700 dólares en efectivo.
Según informaron voceros policiales, la historia comenzó cuando el camionero Javier Reani, de 41 años, se contactó en inmediaciones de la aceitera Santa Clara, en Francia y Uriburu, con un joven que dijo llamarse Dante y tener a disposición cubiertas nuevas para camiones.
Dante aseguró que podía conseguir neumáticos a muy bajo costo. Si bien Reani manifestó en principio no estar interesado, Dante se mostró persuasivo y logró interesar en el supuesto negocio a otros dos choferes, Adalberto Guardati y Angel García.
En las conversaciones intervino asimismo un supuesto amigo de Dante, que decía llamarse Cejas y hacía coro a su cómplice respecto de la ganga que constituían los neumáticos ofrecidos. De acuerdo a la denuncia asentada en la seccional 6ª, Guardati y García terminaron por convencer a Reani y el martes pasado se contactaron con Dante y pactaron la compra de doce cubiertas.
En la mañana del jueves, a las 9, Reani y Guardati se presentaron en un bar de bulevar Avellaneda al 1600, siguiendo las indicaciones recibidas. Allí lo esperaban Dante y Cejas.
Los supuestos intermediarios dijeron a los choferes que debían ir hasta un galpón de San Nicolás al 1600, donde se encontraba un depósito. Reani se dirigió al lugar junto con Dante, mientras Guardati permaneció en el bar y Cejas se perdió de vista.
Al llegar al galpón, mientras Dante simulaba ocuparse de buscar los neumáticos, Reani fue asaltado por un hombre de aproximadamente 40 años, quien lo amenazó con un revólver y se apoderó del dinero que llevaba encima.
El chofer trató de buscar a Dante en el galpón donde supuestamente se encontraba la mercadería que iba a comprar, pero no encontró ni las cubiertas ni al delincuente.