El proyecto de conservación de los bustos y estatuas de bronce de los parques y plazas de la ciudad está llegando a su fin. Los técnicos del departamento de Restauración de la Municipalidad ya retiraron unas 30 esculturas y otras 60 placas de metal de distintos espacios públicos, y comenzaron a reemplazarlas por sus réplicas hechas en cemento. "Sólo restan remover unas 15 esculturas medianas", aseguró el secretario de Cultura municipal, Marcelo Romeu. Mientras tanto, en esta dependencia ya se está pensando en qué lugar reinstalar las obras originales.
El programa se puso en marcha en setiembre del año pasado para hacer frente a la ola de robos que azotó a las esculturas de bronce de distintas plazas y parques. "Realmente es lamentable que se tenga que hacer esto, pero era la única forma que teníamos de preservar las obras", sostuvo el restaurador que coordinó este trabajo, Marcelo Castaño.
Así, entre otras, se retiraron las tres estatuas que adornaban la parte posterior del Museo Castagnino, los bustos de la Plaza Pringles, y obras del Parque España, el Parque Independencia, la Plaza Guernica y el bulevar Oroño.
Al mismo tiempo se comenzaron a confeccionar e instalar los bustos mulettos realizados en cemento. El procedimiento no es sencillo: primero se toman las impresiones de yeso del original, para realizar los moldes donde se colará el cemento. Después las réplicas se retocan, se patinan y se les coloca un protectivo.
Una vez duplicados, los originales se reparten en distintas dependencias municipales donde "están resguardados y bien custodiados", apuntó Castaño. Y, tanto es así, que nadie en la Municipalidad quiere develar la dirección de los lugares donde se encuentran.
Comienza la mudanza
No obstante, esto será sólo temporario, ya que en los próximos meses las piezas originales tendrán otro destino.
Según el secretario de Cultura municipal, "la idea es emplazarlas en algún lugar público donde la gente las pueda apreciar, pero que no tenga acceso irrestricto durante la noche". Por ahora, el tema está en estudio, pero el patio interno del Centro Municipal de Distrito Sur (Uriburu 637) sería uno de estos posibles alojamientos.
"Lo que pasa es que hay que estudiar bien el tema porque para exhibir las esculturas hay que reunirlas con alguna coherencia. No se pueden poner todas juntas y hacer un cambalache", sostuvo Romeu.
En cambio, las placas de bronce podrían ser reinstaladas en edificios públicos que mantengan relación con los hechos o los personajes a quienes rinden homenaje.
Esto se pensó después que, hace unas semanas, desapareciera una de las placas colocadas al pie del monumento a Sarmiento (San Juan entre Entre Ríos y Corrientes). Entonces comenzaron las gestiones para mudar el resto de las plaquetas a los patios del Normal Nº1, escuela que se encuentra enfrente a la obra que conmemora la vida del prócer.
Mientras tanto, en el monumento se colocarán las réplicas correspondientes realizadas en cemento o en plástico. "Realmente es una lástima, pero es lo único que podemos hacer para conservar las obras", repitió Castaño.
Lo cierto es que, por ahora, casi una centena de esculturas y plaquetas de bronce descansan repartidas en distintas dependencias municipales. Y esperan que lleguen mejores tiempos para poder reencontrarse con su público.
La Ciudad
