Año CXXXVI
 Nº 49.746
Rosario,
viernes  07 de
febrero de 2003
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Cómo es "Pandillas de Nueva York", la nueva película de Martin Scorsese
Un filme que descubre la violencia en el pasado de una gran ciudad
Daniel Day-Lewis cumple una labor actoral que deja en segundo plano al taquillero Leo DiCaprio

Fernando Toloza / La Capital

"Pandillas de Nueva York" se perfila como una de las grandes películas del año. Estrenada ayer en Buenos Aires, el filme aún no tiene fecha para Rosario pero se especula con que podría llegar el mes próximo. Con dos hora y cuarenta seis minutos de duración, el filme de Martin Scorsese apuesta a la épica y promete conseguir varias nominaciones al Oscar el próximo 11, cuando se den a conocer los candidatos. Ambiciosa, la película ostenta sin embargo algunas flojedades que igual no alcanzan a empañar su esplendor y su coherencia.
Protagonizada por Leonardo DiCaprio, Daniel Day-Lewis y Cameron Diaz, "Pandillas de Nueva York" cuenta la historia turbulenta de esa ciudad estadounidense a mediados del siglo XIX. DiCaprio interpreta a Amsterdam Vallon, el hijo de un inmigrante irlandés (Liam Neesson) que muere en una pelea contra Bill Cutting (Daniel Day-Lewis), el líder los Nativos, un grupo que se opone con violencia, por supuesto, a la llegada de inmigrantes.
El filme comienza cuando el pequeño Amsterdam ve cómo su padre (de su madre no hay noticia) cae a manos de Cutting, de profesión carnicero y futuro capomafia del barrio Cinco Puntas (Five Points).
Después de que Cutting derrota a Vallon padre obtiene el poder total del barrio y Amsterdam es enviado a un reformatorio, de donde sale 16 años después con dos ideas claras: buscar venganza y olvidar la fe de sus padres, por lo cual va en busca de su pasado y arroja en su primer día de libertad la Biblia a las aguas de un río.
Amsterdam regresa a Cinco Puntas y es inevitable que se ponga en contacto con Bill Cutting, porque éste cobra una especie de "derecho" a todos los que ejercen alguna actividad en su territorio, desde prostitutas y travestis a ladrones y políticos. Amsterdam se convertirá, casi sin quererlo, en su mano derecha hasta que una mujer (Cameron Diaz), los recuerdos y el estallido de la Guerra de Secesión irrumpan entre ambos.
Cutting está interpretado por Daniel Day Lewis, en su primer papel desde 1997 cuando protagonizó "Golpe a la vida" ("The Boxer"), la secuela de "En el nombre del padre". Fascinado por lo que se aprende sobre cómo matar hombres al faenar animales, el carnicero Cutting veneraba a su enemigo, el padre de Amsterdam Vallon. Lo veneraba porque fue el único que lo había podido derrotar y en vez de matarlo le perdonó la vida para que tuviese que pasarse el resto de su vida con la vergüenza de haber sido derrotado y haber tenido miedo.
Sin embargo, Cutting se rehizo. Se arrancó un ojo, al que acusaba de haber tenido miedo, y se hizo colocar uno artificial, con un águila tallada. Renovado, salió otra vez a la lucha y se convirtió en el amo de Cinco Puntas, hasta la llegada de Amsterdam, el personaje a cargo de DiCaprio.
"Estaba bajo el ala de un dragón y no sabía lo cálido que puede ser estar allí", dice Amsterdam sobre la relación que traba con Cutting, una relación semejante a la de padre e hijo. El carácter del vínculo tortura al muchacho, quien finalmente trata de vengarse pero de una manera más o menos cobarde, para obtener más tarde, cuando la vida lo haya golpeado de nuevo, otra oportunidad de venganza, aunque el furor de la historia con mayúsculas dejará en segundo plano las historias personales.
Scorsese, que hizo un cameo en el filme y ganó un Globo de Oro como mejor director, no teme mostrar la violencia de Nueva York en el siglo XIX. Es una violencia que va desde las clases bajas hasta las altas, y que incluye el fraude y el odio racial entre pobres. En el filme todos son pandilleros; no hay otro lugar donde estar y ese es uno de los mensajes que transmite la película y que, probablemente, le quite favoritismo en el Oscar.
La flojedad del filme está en que por momentos se parece a una miniserie y el decorado amenaza con tragarse la historia principal, la que cuenta cómo, a partir de la violencia, la muerte, el negociado y la discriminación se formó una de las ciudades -y por extensión un país- más poderosas del mundo.
Otro aspecto que puede ser considerado una flojedad es el gusto de Scorsese porque sus películas siempre den un mensaje sobre la pérdida de la fe y su recuperación. Es lo que le pasa a Amsterdam Vallon al arrojar la Biblia al río y volver a la Iglesia cuando recibe un legado de su padre envuelto en estuche adornado por una significativa cruz.
Muchos de los avances de la película giraron en torno al papel de DiCaprio, pero el gran papel es el de Bill Cutting, cargo de Daniel Day Lewis, quien brinda una soberbia interpretación que oscila entre un villano de opereta y un ser monstruoso, capaz de organizar los detalles para su propia muerte, como una forma postrera de humillación, pero también de redención, de su enemigo.



Day Lewis compone a un capomafia de Nueva York.
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