Un chofer del transporte urbano de pasajeros fue procesado por homicidio culposo y la empresa para la cual trabaja sufrió un embargo por 100 mil pesos, en el marco de la investigación que se lleva adelante por la muerte de un chico de 16 años que cayó bajo las ruedas del rodado la madrugada del 11 de agosto del año pasado.
La resolución fue adoptada por el juez Correccional número 3, Horacio Benvenutto, y alcanza al chofer Luis Pablo Ricchiardi, de 44 años, y a la empresa Rosario Bus, concesionaria de varias líneas del transporte rosarino. Sin embargo, el representante legal de la familia de la víctima, el abogado Cecilio Lescano, dijo a La Capital que la medida no lo convence y que analiza apelarla en las próximas instancias judiciales.
El caso al que se refiere el procesamiento ocurrió a las 5.30 del 11 de agosto en la esquina de San Luis y Entre Ríos. Entonces, un numeroso grupo de personas esperaba en ese rincón de la plaza Santa Rosa la llegada de diferentes micros urbanos con la intención de retornar a sus hogares. Entre esas personas estaba Alejo Mauro Ariel Gómez, de 16 años, quien aguardaba junto a sus amigos el arribo del 141 para viajar hacia la zona sur de la ciudad.
Así las cosas, llegó hasta el lugar el interno 119 de la citada línea al mando de Ricchiardi y varias personas ascendieron al micro. El último en hacerlo fue Alejo. Cuando el colectivo se puso en marcha y dobló por calle Entre Ríos hacia el sur con su puerta aún abierta y pasajeros en los peldaños, el pibe cayó al pavimento y fue aplastado por la rueda delantera derecha del vehículo.
Ante ello, los amigos del joven le gritaron al chofer para que detuviese la marcha y algunos testigos que había en la esquina le hicieron señas al respecto. Pero Ricchiardi, quizás asustado por el hecho, retomó la marcha y las ruedas traseras del colectivo terminaron de matar al muchacho.
En el marco de la pesquisa, 10 personas declararon ante el juez Benvenutto y dieron sus versiones del episodio. El abogado Lescano reconoció ayer que el testimonio más importante fue el de la dueña de un puesto de panchos que hay en esa esquina y que por su ubicación tuvo una visión clara del accidente. Todas las voces coincidieron en que después de que la rueda delantera del micro aplastara a Alejo el chofer detuvo la marcha por unos segundos pero volvió a arrancar y entonces los neumáticos traseros pasaron sobre el cuerpo. Poco después, la autopsia ratificaría que fueron las duales traseras (que soportan el mayor peso de la unidad) las que causaron las lesiones que mataron a Alejo. Por ello, el abogado aseguró ayer que el hecho podría haberse caratulado como homicidio doloso -equiparable a intencional- ante la conducta asumida por el chofer y manifestó su ilusión de que así lo entienda el fiscal a quien se elevó el caso para que evalúe su elevación a juicio. "Nosotros vamos a discutir la carátula en la etapa plenaria porque es posible que Alejo haya estado con vida antes de ser pisado por las ruedas traseras", dijo Lescano.
¿A quién embargar?
En tanto, el abogado comentó que el embargo trabado contra la empresa Rosario Bus se hizo sobre la recaudación de la transportadora pero fue discutido por los titulares de la misma aludiendo que el sistema de recaudación está terciarizado. "Es cierto que el ente recaudador por medio de la tarjeta magnética es el Banco Municipal de Rosario, pero cuando este paga a las empresas nos encontramos que por Rosario Bus cobra Afide SA y entonces resulta que la titular de la línea no tiene ingresos", manifestó el profesional.
Por ello, los dueños de Rosario Bus pidieron al juez que el embargo sea trabado sobre los micros, algo que la defensa de Gómez discutirá ante la Justicia ya que "la mayoría de las unidades está prendada y no cuenta con seguros".
La Ciudad
