Aníbal Fucaraccio / La Capital
Más rápido de lo que muchos pensaban y con la ayuda de una deserción sorpresiva (ver "La de Valderrama"), el perfil del número nueve de Newell's Old Boys se va delineando. A sólo tres días de su arribo a Rosario y a pesar de que todavía no está en su plenitud física, Walter Silvani ya salió en el entrenamiento de ayer en el complejo polideportivo de Bella Vista entre los titulares que plantó el Bambino Veira para hacer los últimos treinta minutos de fútbol antes del viaje a Uruguay. Y el Cuqui cumplió, derrochó permanentemente una actitud generosa con sus compañeros y si bien ayer no fue muy bien asistido, siempre se las arregló para pedir la pelota y entrar en el circuito de generación del fútbol leproso, buscando casi siempre la complicidad de Manso y Rosales. "Silvani mostró que está en óptimas condiciones. Lógicamente todavía no tiene el resto físico para jugar los 90 minutos porque viene de 25 días sin movilidad, pero se va a poner muy bien", expresó el Bambino luego de la práctica en relación al primer encuentro del Clausura frente a River, que se realizará el domingo 16 a las 11 de la mañana como estaba previsto pero no irá televisado. Al ser consultado sobre si está en condiciones de integrar el equipo principal en los amistosos de Montevideo, Veira dijo que "en Uruguay va a jugar, no sé si de entrada o en el segundo tiempo. Pero él va a jugar seguro un tiempo en los dos partidos que tenemos planeados". Así resumió el técnico la férrea confianza que le tiene al hombre que proviene del fútbol árabe y que hasta el momento sería el centrodelantero de sus preferencias. Los once jugadores que dispuso el cuerpo técnico rojinegro para enfrentar a la cuarta división, mientras el resto de la primera hacía fútbol reducido en la otra cancha, fueron: Passet, Vella, Grabinski, Crosa y Adinolfi; Villar, Domínguez, Liendo y Manso; Rosales y Silvani. Los titulares ganaron 2 a 0 con goles de Mauro Rosales, en el primer tiempo, y Gastón Liendo, en el segundo. El funcionamiento del equipo fue discreto y las indicaciones más recurrentes giraron alrededor de los pedidos de mayor dinámica, velocidad y concentración para presionar sobre las marcas y recuperar rápidamente la posesión del balón. En el complemento entró Matías Fondato de doble cinco en reemplazo de Villar, Liendo pasó a la derecha y Manso a la izquierda del mediocampo. Así el equipo encontró una mayor dosis de solvencia y equilibrio aunque tampoco brilló. Por otra parte, la mañana de ayer fue muy particular también porque se desarrolló el paradigmático "día después" de la gran tormenta que desató el Bambino Veira con los retos a sus jugadores luego de la errática práctica del fatídico martes. Y no pasó nada. Hubo paños fríos, declaraciones calmadas por parte de los protagonistas y el grupo se exhibió responsable y maduro para asumir el destino de la arenga del entrenador. "Yo estoy muy conforme con los muchachos. Han hecho una muy buena pretemporada. Lo que quise hablar con ellos es que en este momento no se permiten ciertas desconcentraciones, nada más que eso. Entonces cuando ellos se desconcentran yo tengo que ir encima de ellos para decirles cómo son las cosas", sostuvo Veira para templar la efervescencia de los ánimos rojinegros.
| |