Año CXXXVI
 Nº 49.745
Rosario,
jueves  06 de
febrero de 2003
Min 24º
Máx 32º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





La cantante regresó con "Información celeste", un disco enteramente propio
Fabiana Cantilo: "En los años de locura perdí mucho tiempo"
Se definió como una sobreviviente y contó por qué ahora se anima a despegar sola

Carolina Taffoni / La Capital

"Hay que entender para qué uno vino al mundo. Y yo vine para cantar", dice Fabiana Cantilo, con la sonrisa espontánea de siempre. Sin embargo, ya no es la misma de algunos años atrás. Ahora asegura haber encontrado cierta paz en el budismo y se considera una sobreviviente de los intensos años ochenta. Pero lo más importante es que, después de dos décadas de haber crecido al amparo de grandes nombres, desde Charly García hasta Fito Páez, y de haber llegado a la gente con hits ajenos, ahora se animó a un disco enteramente propio, "Información celeste", un compacto casi intimista y autobiográfico, con canciones de su puño y letra.
En diálogo con La Capital, la cantante aseguró que recién ahora se está animando a despegar sola, admitió que en los años de locura perdió mucho tiempo, dijo que Fito Páez siempre fue como su padre y remató: "Yo soy rara porque no me voy a casar, no tengo hijos y encima hago música".
-¿Considerás a tu nuevo disco como un trabajo autobiográfico?
-El disco anterior, "De qué se ríen" (1998), ya era autobiográfico, pero no le dieron mucha bola. Ahí todos los temas eran míos, porque antes yo tomaba canciones de Charly, Fito, (Andrés) Calamaro o Tito Losavio. Pero es cierto que ahora estoy hablando más de mí, de lo que me pasa, de lo que pienso. Me estoy tirando un poquito más a la poesía, me estoy animando a despegar sola. El tema "Mundo imaginario", por ejemplo, es puro vuelo de palabras.
-Es llamativo que en el álbum hay pocas letras de amor...
-Escribí tanto de amor que me hinché las pelotas (risas). Hay algunos temas de amor, como "Nunca digas nunca" o "Destino marcado". Pero eso quiere decir que me estoy expandiendo, que no estoy tan cerrada.
-En una entrevista dijiste que antes estabas más pendiente del amor, pero ahora estás más focalizada en el trabajo, ¿por qué se da ese cambio?
-Porque si no te morís (risas). No sé, es una investigación que estoy haciendo con mi persona. Después te cuento si se puede, si las mujeres realmente podemos zafar de esa cosa para la que fuimos hechas, que es cazar a un hombre. Yo soy rara porque no me voy a casar, no tengo hijos y encima hago música. Pero por ahí eso está en los genes y cagamos. Yo estoy tratando de zafar porque a mí no me hace bien que me encarcelen, porque me paralizo, no estoy creativa en ese estado. Ahora por suerte estoy muy tranquila con mi pareja. Hay que entender para qué uno vino al mundo. Yo vine para cantar.
-El disco se grabó en un estudio del barrio de Belgrano, justo enfrente de la casa donde vivías con Fito Páez, ¿eso te puso nostálgica?
-No, siempre paso por ahí. Además eso fue hace muchos años, en el 85 y 86. Después con Fito seguimos juntos pero nos separamos a nivel vivienda. Me encanta ver lugares donde viví.
-Hay gente que cuando se separa de alguien no quiere saber nada con los lugares compartidos...
-Yo no soy así. Después de la separación Fito Páez fue como mi padre, es una cosa rarísima. Con todos mis ex novios quedé bárbaro. Yo les tiro buena onda y los tipos entran en confianza. Si estuviste conviviendo un tipo te conoce todo, ¿no es mejor llevarse bien? Incluso cuando Fito estaba con Cecilia (Roth) yo iba a la casa de ellos si tenía algún problema. No era que me instalaba, pero los visitaba cada tanto. Creo que somos gente grande e inteligente.
-¿Por qué te convertiste al budismo?
-Por un amigo de Mar del Plata, ex compañero del colegio, que me recomendó unos libros, y después me invitó a hacer meditación budista, con dos mujeres como guías. Estuve dos años en eso. Ahora tengo que retomar, pero ya aprendí la técnica. Yo era católica pero no le daba ni pelota a la Iglesia, en mi familia siempre fueron muy libres con respecto a la educación. El budismo es mucho más liberador que el catolicismo, elimina las culpas.
-¿Es cierto que hacés obras de beneficencia pero no querés publicitarlas?
-Sí, pero hice muy poquito. Estuve con el Polo Obrero y anduve cantando por algunos comedores infantiles. Dar te hace muy bien al alma, eso te lo enseña el budismo. Lo que pasa es que yo no quiero que me identifiquen con ningún partido político.
-¿Y tenés idea de por quién vas a votar?
-Hubiera votado por mi prima (Patricia Bullrich) si no se hubiera bajado. Cuando ella era monto hablábamos de política, porque antes había mucho que explicar. Ahora, en cambio, no hay que explicar nada, es todo un asunto de dinero y poder. Mi prima es una persona muy derecha, si se cambió de partido es porque había corrupción en donde estaba, no fue por ser amiga de nadie.
-¿Estás arrepentida de haber probado las drogas?
-(Risas). Sí y no, porque quién sabe qué hubiese sido yo si no lo hubiese hecho. Ahora le aconsejaría a la gente que pruebe la droga de no drogarse, que haga un esfuerzo, que haga yoga, que haga meditación. Los setenta y los ochenta ya fueron. Las drogas son peligrosas de verdad. Yo soy una sobreviviente. Pero hay gente que no sobrevivió un carajo.
-¿Sentís como una frustración no haber formado una familia?
-No. Vivo como en una especie de extraño cuento en donde todavía me queda tiempo. Y a lo mejor me queda tiempo, la ciencia avanza... En los años de locura yo perdí mucho tiempo. Ahora estoy con todas las pilas para crearme una contención para poder hacer lo que quiero, para poder hacer música. Me gustaría tener una producción que me permita girar por el interior, por ejemplo. No quiero ser millonaria, ni a palos. Ahora vivo en un ambiente, muy lindo, pero un ambiente. Me encantaría tener un terrenito en cualquier lugar para escaparme.
-Para hacer rock, ¿una mujer tiene que verse siempre linda, flaca y sexy?
-Si es así es mejor (risas)... A mí no me importa si es frívolo, pero yo soy reesteta, siempre quiero estar flaca, o por lo menos que me entren los pantalones. Por otro lado también soy un poco vaga, jamás voy a la peluquería, me las arreglo sola.
-¿Qué opinás de las chicas del pop adolescente, desde Bandana hasta Britney Spears?
-Me parece genial que las chicas cumplan su sueño, aunque todos digan que son un producto. Nunca las hubiesen conocido si no fuera por esos concursos. Además son ocho de entre cuatro mil. Britney Spears me divierte, está todo bien, se nota un poco que le dicen lo que tiene que hacer y ahora está medio en putón. Me gusta más Christina Aguilera, que me da la sensación de que se produce sola. Las divas máximas son Annie Lennox, Madonna, Sheryl Crow, Alanis Morissette y Gwen Stefani, de No Doubt, ella es una genia. Acá hay minas muy potentes como Claudia Puyó, Erica García, Mimí Maura, Juana Molina, Hilda Lizarazu y María Gabriela Epumer.
-En el tema "Solo me tengo a mí" vos cantás "ya no le tengo miedo a la soledad", ¿es realmente así?
-Eso espero (risas). A veces lo que uno escribe no es totalmente real. Pero creo que dentro de mí se está gestando esa posibilidad. Pienso que no tenerle miedo a la soledad es el estado perfecto.



"Aconsejaría que prueben la droga de no drogarse", dijo.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
En busca de un sonido personal
Diario La Capital todos los derechos reservados