Belgrado. - El Parlamento yugoslavo proclamó oficialmente ayer el nuevo Estado de Serbia-Montenegro -que sustituirá a la República Federal de Yugoslavia (RFY)- y adoptó previamente la ley sobre la aplicación de la carta constitucional, que reconoce derechos idénticos a ambas entidades. La proclamación oficial del nuevo Estado se produjo tras una sesión conjunta de las dos Cámaras -la de los ciudadanos (Cámara baja) y la de las repúblicas (Cámara alta-), del Parlamento yugoslavo, que sólo duró algunos minutos.
El presidente de la difunta RFY, Vojislav Kostunica, y el primer ministro montenegrino Milo Djukanovic no asistieron al acto en el que sí estaba presente el primer ministro serbio Zoran Djindjic. "Demos una oportunidad a esta nueva unión, para ver si funciona, Si no funciona, nadie insistirá en mantener algo que no es bueno. Por otra parte, si funciona, los que quieren destruirla tendrán menos argumentos y ocasiones para hacerlo", declaró Djindjic.
Un nuevo Estado
La carta constitucional del Estado de Serbia-Montenegro garantiza la igualdad de derechos de sus dos componentes de vocación europea. El nuevo Estado se compone de la república de Serbia (10 millones de habitantes incluyendo la provincia de Kosovo) y la de Montenegro (650.000 habitantes). Serbios y montenegrinos, que comparten la misma lengua y religión ortodoxa, decidieron en tiempos del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic -hoy juzgado por crímenes de guerra y genocidio por la justicia internacional- formar una federación yugoslava, que en aquellos años estaba amenazada por el independentismo de Montenegro.
Para evitar que la federación se desmembrara provocando hechos similares en los Balcanes, la Unión Europea (UE) obligó a las dos repúblicas a permanecer juntas en un Estado ligeramente modificado con el nuevo nombre de "Serbia-Montenegro". Según los términos de la carta, ésta se basa en el respeto de los derechos humanos, el Estado de Derecho, la economía de mercado y la libre circulación de hombres y mercancías. Su objetivo declarado es entrar en las estructuras europeas y ante todo en la UE.
El nuevo Estado tiene una bandera, un himno y un emblema, que aún no han sido precisados, y sus fronteras exteriores son inviolables. Belgrado, el centro administrativo, también alberga la sede del Parlamento y del consejo de ministros que se encargará de relaciones exteriores, defensa, cuestiones económicas y la protección de los derechos humanos y las minorías. Podgorica es la sede el tribunal del nuevo Estado, cuyas instituciones representan a sus dos miembros en el extranjero y en la ONU.
El Parlamento está formado por 126 diputados, 91 de Serbia y 35 de Montenegro. La duración del mandato es de cuatro años. El nuevo Estado también tendrá un presidente y un ejército, bajo control civil y mando del consejo supremo de Defensa. El presidente es elegido por cuatro años. El presidente no puede ser del mismo Estado miembro dos veces consecutivas. Con la entrada en vigor de la carta, el Estado de Serbia-Montenegro hereda todos los derechos y obligaciones de la RFY.
Al término de un período de tres años, los Estados miembros tienen derecho a optar por referéndum a su independencia. En caso de que Montenegro decida independizarse, Serbia sería la heredera de la RFY y de los actos internacionales que le afecten, como la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad de la ONU (sobre Kosovo, controlado desde el fin del conflicto serbo-albanés en junio de 1991 por la ONU y la Otán). (AFP)
La Ciudad
